¿Una impresora 3D de resina enorme, a prueba de fallos, fácil de usar, de limpiar y sin olores? Sí, existe

Las impresoras 3D de resina (puedes leer nuestro especial introductorio sobre ellas aquí) tienen una calidad superior a cualquier impresora de filamento, pero imprimen piezas mucho más pequeñas, son difíciles de usar, y despiden vapores nocivos, ¿verdad? Pues no. Ya no tanto. Te presentamos a una auténtica bestia devoradora de mitos: la Anycubic Photon M3 Premium.

La Photon M3 Premium es la respuesta de Anycubic a impresoras como la Creality Halot Ray o la Elegoo Saturn 2 8K. Hablamos de impresoras 3D de gran formato pensadas para imprimir piezas muy grandes. En eso la Photon M3 Premium no es una excepción. Vas a necesitar hueco para ponerla en el taller porque mide 32 x 35 x 62 cm y pesa nada menos que 19 kilos.

Comparada con modelos como la Photon Mono X original o la Photon M3 (que no son precisamente pequeñas) no ocupa mucho más espacio a lo ancho, pero sí es mucho más alta. De hecho me sorprendió descubrir que el transformador de corriente sigue siendo externo pese a la enorme altura de la base. Parte de este gran volumen interno se debe a que la M3 Premium disfruta de un nuevo sistema de dispersión de la luz que garantiza que la definición de los objetos es uniforme y detallada en toda su enorme área de impresión.

Enorme volumen de impresión y fácil de limpiar
Hace poco más de un año, Anycubic lanzó la Photon M3, una impresora 3D dotada de un alimentador automático de resina. La idea de aquel modelo era que pudieses imprimir piezas muy grandes conectando la impresora directamente a una botella de resina líquida para que una pequeña bomba unida a un sensor fuera suministrando el material a medida que este hiciera falta.

La Photon M3 Premium no necesita alimentador automático. En su lugar ha optado por una solución mucho más sencilla y elegante: un depósito simplemente descomunal. Anycubic no especifica exactamente qué cantidad de resina cabe en este depósito, pero por fortuna es fácil de medir. Llenándolo hasta la línea que indica el máximo su capacidad es de exactamente 1,5 litros. Eso son tres botellas completas de resina de las normales o una y media de las grandes. Es una capacidad impresionante y reservada solo a las impresoras profesionales más grandes y caras, pero la Photon M3 Premium cuesta solo 639 dólares.

Un detalle que me encanta de la cubeta no es solo su capacidad, sino el hecho de que sus paredes son lisas y sin pliegues ni aristas. Eso la hace extremadamente fácil de limpiar tan solo pasando un paño con alcohol. Es un detalle crucial porque gran parte del mantenimiento de las impresoras de resina consiste en limpiarlas concienzudamente tras cada uso. Es inevitable comparar el depósito perfecto de la M3 Premium con el de la Creality Halot Ray, cuyas paredes tienen una textura un pelo más rugosa y una especie de escalón intermedio que es un auténtico incordio de limpiar.

Lo mismo aplica a la base de donde cuelgan los objetos impresos. Su diseño de perfil triangular en aluminio evita escrupulosamente recovecos innecesarios donde se pueda acumular la resina para que sea más sencilla de limpiar. Anycubic repite en la base el mismo patrón cuadriculado grabado a láser que ya vimos en la Photon M3. Su agarre es tan bueno que incluso he podido imprimir piezas sin soportes como estos cristales de Kryptonita que van a convertirse en una lámpara de mesa en breve.

Cuando vi por primera vez el fondo transparente del depósito me sorprendió descubrir que la lámina tenía un acabado ahumado y diferente al tacto. Resulta que Anycubic ha integrado una base con una película de un nuevo material llamado NFEP. Se trata de una variante del FEP tradicional que evita que los modelos se adhieran excesivamente a la base durante la impresión (uno de los fallos más habituales en impresoras de resina). Anycubic asegura que este nuevo material mejora el índice de éxito de las impresiones en un 10%.

No tengo forma de saber si es cierto o no, pero sí puedo asegurar que la M3 Premium ha impreso todo lo que le he dado a la primera, incluyendo algunas piezas grandes y muy complicadas. Tampoco he sido capaz de escuchar el clásico sonido de succión que se escucha en otras impresoras cuando la base de FEP se despega de golpe del modelo (y que nunca es presagio de nada bueno).

El volumen de impresión es generoso, pero no tan grande como da a entender el depósito. Hablamos de un máximo de 218 x 123 x 250 mm. Es solo unos centímetros más que el volumen (198 x 123 x 210mm) de la Creality Halot Ray, cuya review puedes leer por aquí. De todos modos es un volumen suficiente como para imprimir un busto de 25cm de alto o un busto a tamaño real en dos piezas. Es una barbaridad que acerca las impresoras de resina a los tamaños de impresión que disfrutan las impresoras de filamento, pero con una calidad a años luz. La Anycubic Photon M3 premium tiene una resolución horizontal de 7680 x 4320 (8K) con hasta 0,01mm de resolución vertical (espesor de cada capa).

La impresora 3D con purificadores de aire integrados
Uno de los detalles que más me han gustado de la M3Premium es que es la primera de Anycubic en dotarse de purificadores de aire modulares. La idea de añadir purificadores no es nueva. Elegoo tiene los Mini Air desde hace tiempo. Lo que Anycubic ha hecho es integrarlos en la propia estructura de la impresora mediante dos grandes zócalos USB en los que encajan con un puerto USB-A común y corriente. Solo esto ya libra a la M3 Premium del que es el gran fallo de los Elegoo Mini Air, y es que hay que cargarlos. La Elegoo Saturn S sí que tiene un filtro muy similar que se conecta por USB, pero los dos de la M3 Premium sencillamente limpian más caudal de aire.

Los purificadores de la M3 Premium pueden encenderse desde un botón físico en el frontal o desde el propio menú de la impresora a través de su pantalla táctil LCD de 4,3 pulgadas. En el interior de cada unidad hay unos pequeños filtros de carbono que pueden cambiarse con solo retirar la tapa superior. Anycubic recomienda cambiar esos filtros cada seis meses, aunque la cadencia puede reducirse a tres si usas la impresora de manera intensiva. El paquete de cuatro filtros de carbón activado (que da para un año de filtrado si seguimos las recomendaciones del fabricante) cuesta 12 euros en Amazon.

Lo primero que notas al usar los filtros es que la resina huele muchísimo menos incluso aunque uses resinas potentes con base alcohol. El olor no se elimina por completo, pero tras 11 horas imprimiendo con resina ABS tan solo hay un cierto aroma en el aire en lugar de una peste intolerable. Ventilar, vas a tener que ventilar igual, pero el efecto de los purificadores se nota muchísimo y hace posible usar la M3 Premium incluso en despachos y talleres pequeños. Ojalá todas las impresoras vinieran con este accesorio.

Una impresora profesional sólida y fácil de usar y limpiar
La Photon M3 Premium es tan fácil de instalar y usar como cualquier otra impresora de Anycubic. Cuestión de aflojar cuatro tornillos y usar un papel. De hecho es incluso más fácil porque, como señalábamos arriba, no hay bombas de resina que instalar. Tampoco hay plataforma online para descargar modelos desde el móvil. La M3 Premium cuenta con conexión wifi (la antena está por fuera en la parte posterior), pero la integración de este modelo con la plataforma online de la compañía no llegará hasta febrero.

En cierto modo da un poco igual. En Anycubic saben que lo importante en una impresora de resina profesional es que sea simple de usar, fácil de limpiar y fiable como un martillo. La M3 Premium tiene todo eso y encima limpia el aire con mucha eficacia, lo que la hace perfectamente viable para espacios pequeños. Con el permiso de la Halot Ray, la Photon M3 Premium es la mejor impresora que he tenido el placer de probar en 2022. Ojalá su diseño e ideas perduren mucho tiempo en futuras generaciones de Anycubic, porque es casi perfecto.