Tres miembros del personal médico de Salud Pública y un vigilante ocupaban este sábado las sillas de la carpa móvil ubicada en el Centro de Atención Primaria de Villa Liberación a la espera de algún paciente con síntomas sospechosos de alguna enfermedad diarreica aguda.
“Aquí en la carpa, ahora mismo, sin flujo alguno”, afirmó Gary Martínez, encargado del hospital móvil.
De acuerdo con Martínez, la situación de vacío se viene repitiendo día tras día durante las últimas tres semanas.
El galeno atribuye la situación a que ya se han inoculado 11,353 moradores en dicha carpa desde que se inició el operativo anticólera en la barriada.
“Los pacientes ya no están acudiendo porque se hacían operativos casa a casa”, agregó.
Además de las vacunas en la carpa, dentro de esos operativos en las casas, unas 3,958 personas recibieron su dosis de protección oral contra el virus del cólera.
A pesar de la poca, (o mejor dicho, nula) afluencia de pacientes, el personal médico continúa cumpliendo horario todos los días, por si se presenta un caso de deshidratación o dolor de barriga extremo.
El pasado miércoles 15, el viceministro de Salud Colectiva, Eladio Pérez, notificó dos nuevos casos positivos a cólera, residentes en Sabana Perdida y que labororan en El Almirante, con los que se elevó a 93 la cantidad total de pacientes infectados desde que se inició el conteo en octubre de 2022.
Crisis de agua
La falta de agua potable sigue limitando el acceso a medidas de higiene adecuadas, fundamentales para evitar el contagio por cólera y otras enfermedades gastrointestinales.
Ana Julia, residente desde hace siete años en Villa Liberación, se quejó de que en su edificio tienen 15 días sin agua luego de que se les dañó la bomba de extracción.
Junto a sus hijos y otros vecinos, Ana Julia cargaba varias cubetas de unos tanques apostados a la entrada del complejo habitacional.
“Eso fue porque un camión de agua vino y uno a cubetazos limpios es que puede subir agua a la casa”, señaló.
La situación de los tanques genera otro problema de salud pública, ya que si los mismos no están debidamente tapados pueden formar criaderos para el mosquito Aedes aegypti, vector transmisor de enfermedades como dengue y chikungunya.