Las Fuerzas Armadas de Ucrania han admitido este viernes haber atacado la ciudad de Energodar donde se ubica la central nuclear de Zaporozhie, controlada por Rusia.
“En las zonas de Jersón y Energodar, tres sistemas de artillería del enemigo, así como un depósito de municiones y una compañía de personal, fueron destruidos por ataques precisos de nuestras tropas”, señala el comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Asimismo, desde el mando militar aseguraron que debido a la llegada del equipo de inspección del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) a la planta, el Ejército ruso “retiró todo el equipo militar del territorio de la central nuclear”. “Unas 100 unidades se trasladaron a la planta Atom Energomash y el resto se dispersó en los asentamientos más cercanos”, agregaron.
“Un verdadero riesgo de que se produzca un accidente nuclear”
La ciudad de Energodar y la central nuclear de Zaporozhie están bajo control ruso desde principios de marzo. Sin embargo, el pasado mes de agosto se intensificaron los ataques lanzados contra la planta por tropas ucranianas, con el objetivo de crear una zona de exclusión de hasta 30 kilómetros y de acusar a Rusia de terrorismo nuclear, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
Mientras tanto, no han cesado las acusaciones de la parte ucraniana сontra el Ejército ruso por los ataques y el agravamiento de la situación. Sin embargo, Moscú ha dejado claro que sus militares no tienen ningún motivo para bombardear la central nuclear.
Varios expertos, políticos y diplomáticos han destacado en numerosas ocasiones que los ataques contra la planta podrían llevar a una catástrofe nuclear. El representante permanente de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, denunció que las acciones del Ejército ucraniano en relación con la central nuclear “crean un verdadero riesgo de que se produzca un accidente nuclear con consecuencias catastróficas para todo el continente europeo”.
En este contexto, este lunes, el OIEA envió una misión de apoyo y asistencia a la central de Zaporozhie para “proteger la seguridad de la mayor instalación nuclear de Ucrania y de Europa”. El jueves, la misión completó su primera inspección en la planta y anunció que establecerá una presencia continua en el lugar.
Asimismo, la misión reveló que fue testigo de ataques de armas pesadas en el transcurso del viernes. “Esta mañana la situación fue bastante difícil […]. Hubo momentos cuando los ataques eran obvios: fuego de ametralladoras pesadas, artillería, morteros dos o tres veces, fue muy preocupante para todos nosotros”, comunicó el director general del OIEA, Rafael Grossi, en una rueda de prensa.