Tres claves para empezar o volver a correr y no abandonar

Para cumplir los propósitos del nuevo año que nos prometemos en enero, lo más importante es dar el primer paso.

Muchas personas hacen una lista de resoluciones para el año que empieza. Una de ellas suele ser realizar actividad física y específicamente empezar a correr. En algunos casos, la resolución es volver a correr luego de haberlo abandonado.

Pensarlo o escribirlo en un papel parece sencillo y algunos suelen burlarse de las resoluciones de año nuevo. Sin embargo, es el primer paso para comenzar. Absolutamente todos conocemos la frase que dice que hasta el camino más largo empieza con un paso. No por ser un cliché es mentira. En lo que a correr respecta, todo empieza con un paso.

1 – Romper la inercia

El primer enemigo es la inercia. Pero la buena noticia es que luego pasará a ser nuestro máximo aliado. Abandonar el estado inicial de estar quietos y realizar la primera salida es una tarea pequeña que esconde una decisión que no todos pueden tomar. Después de haber decidido que saldríamos a correr en el nuevo año, seguro encontraremos una excusa perfecta para no hacerlo.

Cuando en su mente escuchen esa voz que le dice “hoy no, mañana” la tienen que callar y reemplazar por otra que diga: “Hoy salgo, mañana veo”. Hay mil motivos para no salir, pero hay muchos más para estar feliz de haberlo hecho. Sin excusas es el primer consejo.

2 – Metas realistas

Segundo consejo, tanto para los que empiezan como para los que retoman: no sean tan duros con ustedes mismos. No, no están para correr el maratón de Nueva York. No son los mejores corredores del barrio. El comienzo los encontrará fuera de estado. Pero al final de la primera semana habrán mejorado mucho, de una manera que tal vez no noten, pero lo han hecho.

No sean tan estrictos ni se juzguen, al contrario, sientan el orgullo de arrancar, de dar el primer paso. Están en el lugar opuesto al que muchos creen cuando arrancan. Por haber dado el primer paso ya han logrado una enorme victoria.

Sean realistas, porque perder la noción de realidad los llevará a la frustración. Las metas pueden ir evolucionando, pero al comienzo serán en apariencia pequeñas. Ni uno solo de los corredores de maratón de la elite mundial salió el primer día a correr 42 Km. Todos los corredores se pusieron metas iniciales acordes al momento en el cual estaban.

El primer día serán unos metros, tal vez un kilómetro o incluso dos. Luego se mejorará, se evolucionará, se crecerá paso a paso. El primer objetivo es salir. El segundo objetivo es volver a salir. Luego repetirlo en la segunda semana y así hasta que sin darnos cuenta ya somos runners. Pretender algo no realista nos puede hacer creer que estamos fracasando cuando en realidad estamos avanzando como corresponde. Metas realistas y objetivos bien definidos.

3 – Menos dudas y menos excusas

Menos dudas, más decisión. El primer día será ridículamente breve en comparación con los que vendrán. Así que mientras analizamos que vamos a hacer se pasa la jornada y se va otra oportunidad. Si el parque queda a una distancia un poco lejana, entonces el primer día serán unas cuadras por el barrio o el lugar donde estemos. Ponerse las zapatillas y salir.