En la noche pasada, al menos quince personas perdieron la vida en una trágica explosión en la aldea de Kyangitsi, ubicada en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC). La mayoría de las víctimas eran mujeres y niños. La explosión ocurrió alrededor de las 20:00 hora local (18:00 GMT) y tuvo lugar en la provincia de Kivu del Norte, una región caracterizada por un prolongado conflicto entre el Ejército congoleño y diversos grupos rebeldes armados.
Según Télesphore Mithondeke, el relator general de la sociedad civil en la zona de Masisi, donde se encuentra la aldea de Kyangitsi, la tragedia se desencadenó cuando un grupo de niños que jugaba descubrió una bomba abandonada. Estos niños, al no tener conocimiento sobre cómo manejar el artefacto explosivo de manera segura, alertaron a los adultos en la zona. Sin embargo, antes de que se pudieran tomar medidas adecuadas, la bomba detonó de manera violenta.
La explosión resultó en la trágica pérdida de doce vidas en el lugar de los hechos, y varias personas resultaron heridas. Desafortunadamente, tres de los heridos también fallecieron a causa de sus lesiones, lo que elevó el número total de víctimas mortales a quince. Este incidente ha dejado una comunidad devastada y en luto, ya que la mayoría de las personas afectadas eran mujeres y niños, quienes a menudo son los más vulnerables en situaciones de conflicto y desplazamiento.
La provincia de Kivu del Norte ha sido escenario de conflictos armados durante muchos años, con enfrentamientos frecuentes entre el Ejército congoleño y diversos grupos rebeldes. Estos conflictos han tenido un impacto devastador en las comunidades locales, que a menudo sufren la violencia, la inseguridad y la falta de acceso a servicios básicos.
Este trágico incidente resalta los peligros continuos que enfrentan las poblaciones civiles en zonas afectadas por conflictos, donde la presencia de artefactos explosivos sin detonar y bombas abandonadas representa una amenaza latente para la seguridad de la población local. La situación subraya la importancia de los esfuerzos de desminado y desactivación de explosivos para proteger a las comunidades y prevenir tragedias como esta en el futuro.