En Ecuador, Diana Carnero, concejala del municipio costero de Naranjal, fue trágicamente asesinada a tiros el pasado miércoles, en medio de un contexto marcado por un estado de excepción en el país. Este estado de excepción fue declarado debido a un «conflicto armado interno» contra el crimen organizado, que permite la intervención militar para apoyar las acciones de seguridad interna.
Según informes del Diario Los Andes, Carnero, de 29 años de edad, fue atacada por sicarios mientras se encontraba en una vía pública en el sector de Corona 2, en Naranjal, una localidad de la provincia costera de Guayas. A pesar de ser trasladada a un centro de salud en Naranjal, lamentablemente no sobrevivió a las heridas.
Este trágico incidente se suma a una serie de ataques contra autoridades en Ecuador en los últimos meses, que incluyen a fiscales, jueces y políticos locales, como el alcalde de Manta, Agustín Intriago, y el candidato presidencial Fernando Villavicencio.
En respuesta a esta creciente violencia, el presidente Daniel Noboa declaró el estado de excepción y el conflicto armado interno en enero, con el objetivo de abordar la situación de inseguridad y violencia atribuida a grupos del crimen organizado. Bajo esta medida, el Gobierno identificó y catalogó como «organizaciones terroristas» y «actores no estatales beligerantes» a al menos 22 grupos del crimen organizado transnacional.
El presidente Noboa también anunció el lanzamiento del ‘Plan Fénix’, dirigido a recuperar el control de las prisiones, muchas de las cuales están dominadas por grupos delictivos, y que han sido escenario de masacres carcelarias en los últimos años.
Este clima de violencia ha afectado profundamente a Ecuador, convirtiéndolo en uno de los países con tasas de homicidio más altas en la región, con 45 homicidios intencionales por cada 100,000 habitantes en 2023.