El norte de Italia está siendo azotado por un fuerte temporal con bolas de granizo de grandes dimensiones, lluvia y vientos de más de 140 km/h. Las regiones del norte, como Lombardía, Véneto y Piamonte, están siendo afectadas por el mal tiempo, que ha provocado centenares de heridos por caídas de árboles, estructuras y el impacto de bolas de granizo del tamaño de pelotas de tenis.
La Lombardía permanece en alerta naranja por tormentas eléctricas, después de que un tornado arrasara numerosos campos de cultivo. La principal agrupación de agricultores del país, Coldiretti, estima en millones de euros los daños causados por el temporal y atribuyen el evento al cambio climático, señalando que en Italia la excepcionalidad de los eventos atmosféricos se ha vuelto la norma, con una tendencia a la tropicalización.
En la ciudad de Verona, un hombre se encuentra en estado grave tras ser alcanzado por un rayo, y se han registrado decenas de personas golpeadas por árboles caídos en otras partes del país. Además de los heridos, el viento y el granizo han provocado importantes daños materiales en vehículos, techos, árboles de zonas urbanas, invernaderos, cultivos y bosques.
Este fenómeno meteorológico se conoce como «downburst», un evento climático típico de los países subtropicales, que se produce cuando las corrientes de una tormenta se encuentran con aire caliente, generando precipitaciones muy violentas y fuertes ráfagas de viento.
Mientras tanto, en el centro y el sur del país, ciudades como Roma, Palermo, Nápoles y Pescara están en alerta roja debido al calor extremo, con temperaturas que podrían superar los 40 grados Celsius por quinto día consecutivo.
Estos eventos meteorológicos extremos se producen en un contexto global en el que el hemisferio norte ha experimentado temperaturas extremas sin precedentes.