El Ministerio de Defensa británico ha llevado a cabo una exitosa prueba de su sistema DragonFire, que utiliza láser de alta potencia para atacar objetivos aéreos. Este sistema tiene la precisión necesaria para impactar a un objetivo desde una distancia de un kilómetro y ha demostrado su eficacia en un campo de tiro en Escocia.
El DragonFire se presenta como una alternativa a los costosos sistemas de defensa antiaérea actuales, que a menudo son ineficaces contra drones de bajo costo. Este sistema podría ser integrado en el arsenal del Ejército de Tierra y la Marina del Reino Unido en el futuro.
El ministro de Defensa británico, Grant Shapps, destacó que esta tecnología reduce la dependencia de municiones costosas y reduce el riesgo de daños colaterales. Además, el sistema podría utilizarse para enfrentar la creciente amenaza de la guerra con drones.
Estados Unidos ya ha integrado tecnología láser similar en algunos de sus destructores de la Marina. El DragonFire es parte de los esfuerzos del Reino Unido por desarrollar capacidades defensivas más eficaces y asequibles en un entorno donde los misiles antiaéreos son caros en comparación con los drones que intentan derribar. Se han invertido aproximadamente 127 millones de dólares en el desarrollo de esta tecnología.