El presidente Donald Trump lanzó este lunes fuertes críticas contra varios medios de comunicación estadounidenses, calificándolos de «enfermos» y pidiendo que sean investigados por supuesto «fraude electoral», luego de la publicación de encuestas que reflejan una caída en su popularidad.
A través de su plataforma Truth Social, Trump acusó a estos medios de dedicarse casi exclusivamente a publicar contenidos negativos sobre su gestión, sin reconocer sus logros, y los calificó como «verdaderos enemigos del pueblo».
El exmandatario señaló directamente al Washington Post, ABC News y The New York Times, que en los últimos días divulgaron sondeos donde se evidencia una baja en sus índices de aprobación.
Trump también citó al encuestador John McLaughlin, a quien calificó como uno de los más respetados del sector, asegurando que las encuestas realizadas por The New York Times y ABC-Washington Post son «falsas» y provienen de «organizaciones que mienten».
«Estos son criminales pesimistas que solo piden disculpas a sus lectores y suscriptores cuando gano por márgenes mucho mayores a los que proyectaban sus encuestas, perdiendo credibilidad y aun así persisten en sus engaños», agregó.
Según los datos difundidos el domingo por Washington Post y ABC News, basados en una encuesta realizada en abril a 2.464 personas, solo el 39% aprueba la forma en que Trump lidera, frente al 45% registrado en febrero.
Por su parte, The New York Times publicó el viernes pasado otro sondeo realizado entre 913 personas, en el que el nivel de aprobación del presidente se sitúa en un 42%.
Otra medición realizada por el Pew Research Center entre 3.589 encuestados arrojó que un 40% de los participantes expresó opiniones favorables hacia Trump, una disminución respecto al 47% que se registraba en febrero.
Estas cifras son considerablemente inferiores a las que obtuvo su antecesor, Joe Biden, en abril de 2021 en el mismo punto de su mandato.
Finalmente, un sondeo de NBC News, que encuestó a 19.682 adultos durante el mes de abril, reveló que un 55% desaprueba el desempeño del presidente, reforzando la tendencia negativa reflejada en las demás encuestas.