Muchas personas establecen relaciones de pareja teniendo en mente un ideal que no se sostiene en la evidencia y esto, según el psicólogo clínico y terapeuta familiar Eduardo Gavilán, hace que se lleven una sorpresa “impactante” cuando “chocan con la realidad”.
Al participar en la más reciente entrega del segmento Listín te Escucha, el especialista del Centro de Psicoterapia Plenitud señaló que en torno a las relaciones románticas existen diversos mitos.
“Me casé para ser feliz”, “Mi pareja me pertenece”, “Mi pareja es mi complemento”, “Los polos opuestos se atraen” o “Si no me cela es porque no me quiere” son solo algunas de las afirmaciones que, en opinión de Gavilán, tienen que ser desmitificadas.
El profesional de la conducta abordó cada una de estas creencias en el encuentro virtual transmitido por las redes sociales de Listín Diario.
Mito 1: “Me casé para ser feliz”
Algunas personas van al matrimonio con la expectativa de que en él encontrarán la felicidad que han estado anhelando, pero Gavilán planteó algo distinto.
“Nadie puede hacer feliz a nadie”, sentenció. El psicólogo explicó que cada individuo tiene en sus manos la responsabilidad de forjar su propia felicidad al hacer aquello que le gusta, al tomar decisiones y al sacrificarse para alcanzar las metas que van de acuerdo con su plan de vida.
Mito 2: “Mi pareja me pertenece”
El psicólogo estableció una diferencia entre la fidelidad que se espera cuando hay un compromiso (matrimonio o noviazgo) y el tratar a la pareja como una posesión personal.
“Eso creo que en parte viene por un tema de inseguridad”, adujo. Quien busca su seguridad en una pareja termina adoptando, de forma consciente o inconsciente, estrategias de manipulación y de control para no perderla. Una relación sana y equilibrada, por el contrario, conjuga la individualidad y la pluralidad.
Mito 3: “Mi pareja es mi complemento”
Culturalmente somos bombardeados con la idea de que cada ser humano vive incompleto hasta que encuentra a su “media naranja” o su “alma gemela”. Sin embargo, Gavilán afirma que cada individuo tiene sus facultades mentales y cognitivas completas y que eso lo hace único e irrepetible. En una relación de pareja no hace más que compartir parte de sí mismo con la persona a quien se une.
Admitió que las cualidades y fortalezas de un miembro de la pareja pueden representar una fortaleza allí donde el otro flaquea, pero eso no significa que estén incompletos el uno sin el otro.
Mito 4: “Los polos opuestos se atraen”
Este ejemplo tomado del ámbito de la física no siempre aplica. Resulta normal que un introvertido se fije en un extrovertido o viceversa, explicó Gavilán, pero eso por sí solo no garantiza que la relación funcione y perdure en el tiempo. Tiene mayor peso la intencionalidad de construir una unión en la que primen la comprensión, el respeto y el amor.
Mito 5: “Si no me cela es porque no me quiere”
Gavilán derrumbó este mito con la siguiente afirmación: “Detrás de los celos lo que se esconde es la inseguridad”.