Los egipcios inventaron las ‘gafas de sol’

Una característica distintiva del arte egipcio es la representación de mujeres, hombres y niños con los ojos pintados de negro. ¿Por qué se pintaban los ojos todos los habitantes del antiguo Egipto? A la vista de nuestra mirada, a través del prisma del mundo actual, para la mayoría podría resultar maquillaje con un sentido meramente estético. Pero esta práctica de la vida cotidiana en Egipto cumplía funciones más relevantes con valores rituales y prácticos. Como en tantos aspectos del país del Nilo, la pintura de ojos suponía una dualidad entre las omnipresentes creencias y los efectos prácticos en cuanto a la protección contra el sol y las enfermedades.

Pintura de ojos ‘mágica’

Un equipo formado por investigadores del Departamento de Química de la Universidad Pierre et Marie Curie y del Museo del Louvre llevaron a cabo experimentos a partir del contenido de unas 50 vasijas egipcias con maquillajes para ojos conservadas en el museo parisino. La premisa era tan básica como interesante:

“En el antiguo Egipto, muchos textos escritos, pinturas, estatuas y accesorios de baño respaldan el hecho de que el maquillaje verde y negro se usaba mucho por sus propiedades estéticas, religiosas y terapéuticas. Estos cosméticos jugaron un papel importante en las prácticas cotidianas, así como durante las ceremonias rituales y funerarias. En efecto, además de las funciones puramente cosméticas que hoy podemos apreciar plenamente, basta pensar en la estupenda mirada de la reina Nefertiti, los antiguos egipcios también asociaban a estos cosméticos un papel mágico según el cual sus portadores estarían directamente protegidos por Horus y Ra contra varias enfermedades”.

¿Había algo de cierto en esto o eran meras supersticiones? Pues resulta que, más allá de las creencias religiosas, la pintura de ojos de los antiguos egipcios tenía dos funciones principales: una física y una química.

Las primeras ‘gafas de sol’ de la historia

Llevar los ojos delineados por una pasta de color negro o verde ofrecía cierta protección contra los rayos del sol al oscurecer el contorno del globo ocular y los párpados. Además, impedía que entrara polvo en los ojos, pues las partículas se quedaban pegadas en la pintura. Una sencilla pero efectiva protección del mundo antiguo que suponía el precedente remoto de las gafas de sol.

Pero su protección no se limitaba al aspecto físico, las conclusiones del susodicho estudio, publicado en la revista Analytical Chemistry, argumentan que los antiguos egipcios fabricaron y utilizaron fórmulas concretas para prevenir y tratar enfermedades oculares a través de la pintura de ojos.

Pintura ojos antiguo Egipto

Maquillaje contra enfermedades oculares

Las primeras dinastías usaron un polvo verde, citado como uadyu en algunos textos. Fue a partir de la IV dinastía cuando se extendió el kohl, un material elaborado con galena y plomo entre otras sustancias que al mezclarlo con agua se lograba una pasta negra utilizada como pintura de ojos. Los análisis realizados sobre este compuesto indican que servía como antibacteriano y antiséptico.

Los maquillajes estudiados estaban compuestos por los mismos elementos, una mezcla de cuatro materias de plomo: galena y cerusita, de origen natural, pero también fosgenita y laurionita, sintetizadas durante el proceso de elaboración del maquillaje.

Sabemos que la preocupación de los egipcios por las enfermedades oculares tenía toda la razón de ser y así se expone en textos como el recogido en el papiro Ebers, unos de los tratados médicos más antiguos conocidos, datada de alrededor del año 1500 a. C. La mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura y, durante las inundaciones del Nilo y las faenas propias de los cultivos, se corría el riesgo de contraer infecciones y conjuntivitis por las salpicaduras de fango. Aunque hoy día sabemos que las sales de plomo son tóxicas, en pequeñas cantidades podían proteger con reacciones inmunológicas. Los científicos pusieron a prueba el compuesto del maquillaje y al mojarlo un poco, como podía suceder con las lágrimas, se detecta una gran liberación de monóxido de nitrógeno:

“Este gas, entre sus numerosas funciones, promueve la afluencia de las células del sistema inmunológico, como los fagocitos que destruyen a las bacterias. Los datos obtenidos permiten establecer que los ojos maquillados podrían haber resistido los ataques bacterianos mediante la activación de las defensas”.

Por tanto, la ciencia confirma que, más allá de creencias religiosas, la pintura de ojos utilizada por los antiguos egipcios cumplía funciones estéticas y protectoras contra el sol y enfermedades oculares.