La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere el uso de la primera vacuna contra el dengue creada por Takeda.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido hoy una recomendación sobre la primera vacuna contra el dengue, desarrollada por la compañía farmacéutica japonesa Takeda. Este anuncio llega en un momento en el que la propagación de esta enfermedad está en aumento en regiones como Latinoamérica, debido al cambio climático y otros factores.

La vacuna, denominada TAK-003 y cuadrivalente, se basa en una versión debilitada del virus que causa el dengue. La OMS aconseja su administración para niños y adolescentes entre seis y 16 años en áreas donde esta enfermedad se ha convertido en un problema significativo de salud pública. Así lo anunció Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en una conferencia de prensa.

La eficacia de la vacuna fue demostrada en pruebas realizadas en pacientes de 4 a 16 años en Asia y Latinoamérica, según explicó Hanna Nohynek, científica finlandesa y presidenta del grupo asesor de inmunización de la OMS, que se reunió en Ginebra para analizar estrategias de vacunación a nivel global.

La vacuna TAK-003, también conocida como Qdenga, ha recibido recientemente la aprobación para su uso en Europa, Reino Unido, Brasil, Argentina, Indonesia y Tailandia, entre otros mercados.

Nohynek destacó el enorme potencial de la vacuna en un momento en el que muchos países enfrentan brotes significativos de la enfermedad, agravados por el cambio climático. El calentamiento global ha permitido que el mosquito aedes, transmisor del dengue y otras enfermedades, viva a altitudes y latitudes más elevadas, amenazando a poblaciones en áreas montañosas y climas templados que antes estaban relativamente protegidas contra este tipo de epidemias.

A pesar de esta recomendación, Nohynek subrayó que, en principio, la vacuna se recomienda para los tipos 1 y 2 (el más peligroso) del virus del dengue, ya que persisten «incertidumbres» sobre su eficacia en los otros dos tipos conocidos, el 3 y el 4.

La recomendación del grupo asesor de la OMS es que se considere la introducción de la vacuna en áreas donde el dengue tenga una incidencia significativa y una alta tasa de transmisión. En cuanto a la edad para la inmunización, se sugiere que los países determinen en qué etapa de la infancia o adolescencia se presentan más casos graves que requieren hospitalización y administren la vacuna a personas uno o dos años más jóvenes.

La infección por el virus del dengue suele manifestarse con síntomas similares a los de la gripe, como fiebre alta, dolores de cabeza, dolores oculares y musculares, náuseas y vómitos. En ocasiones, puede evolucionar a formas graves de la enfermedad, conocidas como «dengue hemorrágico».

El número de casos diagnosticados anualmente ha aumentado considerablemente, pasando de medio millón en 2000 a 5.2 millones en 2019, aunque estudios médicos sugieren que podrían haber 390 millones de infecciones anuales, muchas de ellas asintomáticas, según datos de la OMS.

Regiones habitadas por casi la mitad de la población mundial, aproximadamente 3,900 millones de personas, se encuentran en áreas de riesgo de brotes de dengue, como han señalado diversos estudios. En Europa se han registrado casos de transmisión local desde la pasada década, incluyendo países como Francia y Croacia, mientras que en América, con 3.1 millones de contagios reportados en 2019, las naciones más afectadas son Brasil, Colombia, Paraguay y Perú, entre otras.