Un individuo de 57 años enfrenta acusaciones por supuestamente drogar a tres niñas de 12 años con sedantes disueltos en lo que parecían ser deliciosos batidos de fruta. Estas jóvenes fueron invitadas a una ‘pijama party’ organizada por la hija del Sr. Meyden, el sospechoso en cuestión, según informa El Periódico.
El inicio de la investigación se remonta al 26 de agosto, cuando la policía de Lake Oswego recibió una llamada de emergencia del Hospital para Niños Randall, reportando que tres chicas habían dado positivo en benzodiacepina.
Las niñas relataron a las autoridades que asistieron a una reunión de pijamas el sábado en la residencia de su amiga y sospechaban que «el padre de ella les había dado drogas sin saberlo», según una declaración jurada citada por el diario.
El presunto plan maquiavélico del padre consistió en preparar batidos con trampa durante el encuentro en su hogar. Durante la velada, el acusado se mostró «muy involucrado» en las actividades de las jóvenes, quienes pasaron la mayor parte del tiempo viendo películas y realizándose tratamientos faciales en el sótano de la casa, según la misma declaración.
Entre las 9 y las 10 de la noche, Meyden preparó los batidos de frutas con sedantes, instando a las invitadas a que los consumieran. Una de las jóvenes declinó la oferta debido a sus preferencias, pero el Sr. Meyden insistió, llegando incluso a preparar otro batido para que lo probara.
Los batidos, según el relato de las chicas, presentaban «pequeños trozos blancos por todas partes y espolvoreados por encima», pero ninguna sospechó de la verdadera naturaleza de estas bebidas.
Cuando los efectos de los sedantes comenzaron a hacerse evidentes, Meyden realizó varias visitas al sótano, donde observó que las chicas estaban bajo los efectos de la benzodiacepina, incluso llegando a comprobar su estado mediante gestos como sostener un dedo bajo la nariz de una de ellas para verificar si dormía profundamente.
Una de las jóvenes explicó a la policía que, debido a la presencia de Meyden, se sintió observada mientras fingía estar dormida.
El momento crucial llegó cuando, aprovechando un descuido del hombre, una de las chicas pudo enviar un angustioso mensaje a su madre solicitando ayuda y asegurando que no se sentía segura.
Este mensaje fue determinante, ya que poco después un adulto se presentó en el lugar para recoger a una de las chicas y llevarla a casa. A las 3 de la mañana, los padres de las otras niñas acudieron al rescate, enfrentándose a la resistencia inicial de Meyden, quien afirmaba que las niñas estaban dormidas y solicitaba que regresaran por la mañana.
Finalmente, las niñas fueron reunidas con sus padres, algunas de ellas mostrando signos de intoxicación por la benzodiacepina. Una de ellas incluso tuvo dificultades para caminar y repetía preguntas antes de ser llevada al hospital, según detalló la policía de Lake Oswego.