Un avión de combate ruso Su-30 se estrelló en la región de Kaliningrado, un enclave entre Polonia y Lituania, mientras realizaba un vuelo de entrenamiento. Los dos tripulantes a bordo del avión perdieron la vida en el accidente. El Ministerio de Defensa de Moscú inicialmente afirmó que se trató de una falla técnica en el vuelo de entrenamiento.
El avión cayó en una zona que aparentemente no era desértica, a juzgar por los videos que circulan en redes sociales, en los que se muestra que había testigos presenciando el evento. Las imágenes capturaron al avión volando a baja altura y alta velocidad antes de estrellarse en el suelo en un ángulo pronunciado, seguido de una explosión y humo negro.
Este incidente se suma a una serie de accidentes de aviones de combate en Rusia a lo largo del año. Desde principios de año, han ocurrido varios accidentes que han involucrado aviones de combate, helicópteros y otros tipos de aeronaves en diferentes regiones de Rusia. Las causas de estos accidentes varían desde fallas técnicas hasta errores humanos.
El Kremlin ha perdido varios aviones de combate en 2023, lo que ha generado preocupaciones sobre la seguridad y el mantenimiento de su flota militar. Estos incidentes han destacado la importancia de la seguridad en la aviación militar y la necesidad de abordar cualquier problema técnico o de entrenamiento para prevenir futuros accidentes.