Adecuaciones importantes en el campo de la formación de recursos humanos en salud, de tecnología médica, servicios y confort en sus instalaciones han estado realizando los hospitales militares universitarios docentes Central de las Fuerzas Armadas y el Dr. Ramón de Lara de la Fuerza Aérea, donde el 70% de los pacientes que se atienden corresponde a población civil.
En materia de formación de especialidades médicas, los hospitales militares cuentan con 17 programas de enseñanzas o residencias médicas, que han graduado 5,000 especialistas en 40 años, siendo civiles el 80% de los médicos que se forman en sus programas, en su mayoría mujeres.
Los centros disponen en conjunto de unas 200 camas de ingreso y sobre 20 camas de cuidados críticos. El Central recibe entre 1,600 y 1,800 pacientes diarios.
Los detalles fueron ofrecidos por el rector de la Universidad Nacional para la Defensa, General de Brigada Francisco Ovalle Pichardo, ERD; junto a directores de hospitales y gestores de programas y servicios de los centros al participar en el Desayuno de Listín Diario, encabezado por su director Miguel Franjul.
Además del rector de la universidad, participaron en el Desayuno de Listín Diario, los doctores el General de Brigada Médico, Luis Díaz Morfa, ERD; el director General del Hospital Central de las Fuerzas Armadas, coronel Médico Dr. Ramón Enrique Féliz Jiménez, ERD; el subdirector del Hospital Militar Dr. Ramón de Lara; Coronel Médico, Ramón Familia Alcántara, FARD; el director de residencias médicas y posgrado de las FFAA, Coronel Médico Juan de Jesús Fernández Lajara, ERD, y la directora de enseñanza y postgrado del Hospital Central Teniente Coronel médico pediatra Carolina Valdez.
Destacaron que dentro del proceso de certificación del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, los tres primeros hospitales universitarios reconocidos fueron el Central de las Fuerzas Armadas, el Militar Ramón de Lara y el traumatológico Ney Arias Lora.
Nuevas especialidades
El General de Brigada Ovalle Pichardo está convencido de que los objetivos de desarrollo no se alcanzan sin la educación y que por eso es el papel preponderante que juega la formación en los programas de defensa, entre ellos, la dirigida a los recursos humanos en salud, no sólo médico sino también de enfermería, sobre todo en las áreas que más requiere el país.
Destacó que el Estado dominicano siempre cuenta con las Fuerzas Armadas en cualquier situación sanitaria que se presente, con sus médicos dispuestos a atender, no solamente a los militares, sino a toda la población necesitada.
Al respecto, el General de Brigada Díaz Morfa señaló que en los nuevos programas de formación médica se están incluyendo residencias de otorrinolaringología, infectología, epidemiología y reumatología, entre otras que son de mayor demanda en el país.
En la actualidad cuentan con 2,700 médicos militares formados en distintas especialidades.
Destacó que, recientemente, en el hospital Central se abrió la especialidad de traumatología y medicina crítica, con enfoque también en la educación para la prevención, ante la demanda de atención del país fruto de la alta incidencia de los accidentes de tránsito, correspondiendo a traumas de ese tipo el 40% de las atenciones que se ofrecen en sus servicio de emergencia.
En el hospital Militar Dr. Ramón de Lara también se tiene programado abrir el primer Centro de Infectología dirigido al diagnóstico, manejo y tratamiento de esas enfermedades.
Inversión de RD$500 millones
En los últimos tres años, los establecimientos militares de salud han tenido una inversión de más de 500 millones de pesos, distribuidos en sus dos hospitales y los dispensarios médicos con que cuenta a nivel nacional, destacó el General de Brigada Díaz Morfa.
Esa inversión abarca diferentes áreas, entre ellas, citó la homologación de médicos, enfermeras, odontólogos, bioanalistas, psicólogos y técnicos en el área de medicina de los hospitales militares, así como en adecuación de área física y equipamiento dirigido con tecnología avanzada.
Explicó que esa inversión corresponde a recursos aportados por el Estado y propios, generados con el Seguro Nacional de Salud (Senasa), y que hay planes de abrir dos centros de segundo nivel de atención en Santiago y San Juan.