«Hackean» a un grupo de langostas para que puedan olfatear el cáncer

Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan han revelado que las langostas no solo pueden “olfatear” la diferencia entre las células cancerosas y las sanas, sino que también pueden distinguir entre diferentes líneas de células cancerosas. Un hallazgo que podría ayudar a diagnosticar cáncer de forma temprana.

Según ha explicado Debajit Saha, profesor asistente de ingeniería biomédica en la MSU:

«Las narices siguen siendo lo último en tecnología. Realmente no hay nada como ellos cuando se trata de detección de gases. La gente ha estado trabajando en ‘narices electrónicas’ durante más de 15 años, pero aún no están cerca de lograr lo que la biología puede hacer sin problemas.

¿Y cómo se puede “olfatear” el cáncer? Tal y como explican, las células cancerosas crean diferentes compuestos a medida que funcionan y crecen, de manera diferente a las células sanas. Si estos químicos llegan a los pulmones o las vías respiratorias de un paciente, entonces los compuestos pueden detectarse en el aliento exhalado. Según Saha:

«Teóricamente, podrías respirar en un dispositivo, y podrías detectar y diferenciar múltiples tipos de cáncer e incluso en qué etapa se encuentra la enfermedad. Sin embargo, dicho dispositivo aún no está cerca de ser utilizado en un entorno clínico.

El nuevo enfoque, según Saha, ha consistido en “hackear” el cerebro del insecto para usarlo en el diagnóstico de enfermedades. Al parecer, la detección de langostas, que se mide por los cambios en su actividad cerebral detectada por electrodos, se muestra confiable, sensible y rápida, y ocurre en solo unos pocos milisegundos. Tal y como cuenta el microbiólogo Christopher Contag de la Universidad Estatal de Michigan:

«La detección temprana [del cáncer] es muy importante, y debemos usar todas las herramientas posibles para llegar allí, ya sea que esté diseñada o proporcionada por millones de años de selección natural. Si tenemos éxito, el cáncer será una enfermedad tratable.

Cuentan los investigadores que la langosta es un insecto utilizado regularmente por la ciencia en la investigación del olfato, por lo que ya sabemos mucho sobre ellas y sus habilidades olfativas. Así, usando electrodos conectados a los cerebros de las langostas, el equipo pudo medir la respuesta de los insectos a las muestras de gas de diferentes células y establecer perfiles de señal que representaban los químicos que estaban oliendo.

En su trabajo, y tras confirmar que las células de los cánceres de boca se veían diferentes a las células normales bajo un microscopio, pudieron certificar que las células olían de manera diferente a las langostas.

Aunque el estudio se limitó a los cánceres de boca, los investigadores confían en que otros tipos de cáncer podrían detectarse de la misma manera debido a las diferentes firmas de los compuestos orgánicos volátiles (COV) producidos.

Ahora, el objetivo final del equipo es ‘hackear’ el cerebro del insecto para utilizarlo en el diagnóstico de enfermedades, aplicando ingeniería inversa al poder de olfato natural de las langostas. Y aunque todavía es pronto, en el horizonte podrían construirse dispositivos de detección utilizables.