Francia ha emitido una prohibición sobre el uso privado de fuegos artificiales hasta el final del sábado 15 de julio. Esta decisión se tomó para prevenir la posible utilización de fuegos artificiales en disturbios.
El Diario Oficial ha publicado un decreto que prohíbe «la venta, porte, transporte y utilización de artículos pirotécnicos de uso lúdico en el conjunto del territorio nacional». La medida se pone en marcha para «prevenir los riesgos de problemas graves al orden público en el curso de las festividades del 14 de julio», que es la Fiesta Nacional francesa.
A pesar de la prohibición, los profesionales con permisos y las colectividades públicas aún podrán utilizar fuegos artificiales para los espectáculos tradicionales que se realizan en la noche del 13 de julio.
La Primera Ministra, Élisabeth Borne, ha anunciado esta medida como parte de un esfuerzo para mantener el orden durante la celebración de la Fiesta Nacional. Ha expresado la preocupación del gobierno ante la posibilidad de que los fuegos artificiales puedan utilizarse en nuevos disturbios.
En años recientes, los fuegos artificiales se han usado de manera recurrente en ataques contra la policía y en disturbios en áreas periféricas de las principales ciudades francesas. Estos disturbios se han intensificado después del fallecimiento de un joven de origen argelino durante un control policial en Nanterre, en las afueras de París.
Además de la prohibición de los fuegos artificiales, la Primera Ministra Borne también anunció el despliegue «masivo» de fuerzas de seguridad durante la celebración de la Fiesta Nacional para mantener el orden.