En su imparable camino a la automatización, la agricultura suma un nuevo fichaje: el drone tractor

Tractores autónomos, satélites de órbita baja dedicados a mapear las tierras de cultivo, drones que plantan semillas o recogen fruta directamente de los árboles… Y, ahora, naves eléctricas y autónomas diseñadas para fumigar. El campo no es lo que era. Y si las innovaciones lanzadas durante los últimos años por John Deere no fueran suficiente para demostrarlo, los agricultores acaban de ver cómo despunta en su sector un nuevo protagonista: Guardian Agriculture, firma que acaba de recibir el OJK de las autoridades de EEUU para operar su eVTOL agrícola.

Nuevos tiempos, nuevos recursos.

Abran paso al eVTOL. Guardian Agriculture no es una recién llegada a la agricultura. La compañía, con sede en Massachusetts, se fundó en 2017 y lleva años trabajando en la implantación en el sector de las naves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical, las conocidas como eVTOL. Lo que ahora ha logrado es el visto bueno de la agencia de aviación estadounidense (FAA) para operar sus diseños.

La medida tiene interés más allá de la compañía: Guardian asegura que convierte a su eVTOL en el primero autorizado para operar en los campos del país.

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¿Y cómo es su aeronave? La compañía lo ha bautizado SC1 Guardian y lo presenta como su sistema de «tercera generación», desarrollado en gran medida gracias a lo aprendido con sus dos prototipos anteriores, Beta y Eva, además de una primer versión, Alpha, en la que empezaron a trabajar hace más de un lustro. El eVTOL tiene una envergadura de 4,5 metros, incorpora cuatro hélices y un sistema de difusión y es capaz de transportar cargas útiles de 76 litros.

Sus creadores calculan que puede cubrir 40 acres —16,2 hectáreas— por hora «de forma eficiente» y recalcan que el sistema es «cien por cien programable». «Ofrece una aplicación precisa y segura para la protección de los cultivos en una fracción del tiempo y el coste», destaca. A priori, su acogida en el mercado no ha sido mala: Guardian asegura que tiene pedidos por más de 100 millones de dólares y ya estaría cogiendo pedidos para finales de 2025, según Bloomberg.

Fumigar… a lo grande. He ahí uno de los puntos en los que pone el acento la compañía, que precisa que si bien los agricultores están pasando de los equipos de fumigación terrestres tradicionales a nuevos sistemas autónomos no tripulados, la mayoría de los disponibles a día de hoy presentan aún ciertas limitaciones.

«Resultan demasiado pequeños para brindar a los productos una cobertura completa a un precio competitivo», argumenta la empresa. Su sistema ofrecería «la misma cobertura integral que los equipos tradicionales de fumigación aérea y terrestre, al mismo o menor costo». Todo, recalca, «con precisión digital».

«Cambiar la cara de la agricultura». Esa es la vocación de Guardian, que espera que el plácet de la FAA le abra un jugoso mercado, el del cuidado aéreo de los cultivos, que cifra en 5.700 millones de dólares. «Con la aprobación, Guardian está en una posición única para cambiar la cara de la agricultura para mejor. Por primera vez, ahora tenemos una solución fiable, rentable y sostenible en la forma», explica Willie Negroni, de Wilbur-Ellis, en la nota divulgada por la firma.

Un paso más, pero no el único. Ni Guardian no es la única compañía que apunta al potencial de los eVTOL en la agricultura —buen ejemplo es el Agras T30, dispositivo de la empresa china DJI—, ni las aeronaves de despegue vertical son la única tecnología que aspira a revolucionar los campos de cultivo. A lo largo de los últimos años otras firmas han propuesto el uso de inteligencia artificial, tractores autónomos, plataformas de control remoto, software, satélites o robots para cultivo y recolección en busca de una mayor eficiencia en las explotaciones agrícolas.

El objetivo: hacer más con menos. Y abrirse camino de paso en un sector con un enorme potencial. Solo John Deere, una de las empresas que ha apostado de forma más decidido por el desarrollo tecnológico del sector, espera llegar a 2026 con 1,5 millones de máquinas y 500 millones de acres, equivalente a más de 202 millones de hectáreas, conectadas a su Centro de Operaciones basado en la nube.