El estudio más grande hasta la fecha muestra resultados muy prometedores para tratar la depresión con psilocibina

Un estudio publicado, el más grande de su tipo realizado hasta la fecha, sugiere que la psilocibina, el ingrediente clave de los hongos psicodélicos, realmente puede ser un tratamiento efectivo para la depresión. El ensayo clínico reveló que las personas con depresión resistente al tratamiento convencional experimentaron una reducción significativa de los síntomas durante tres semanas tras recibir una gran dosis de psilocibina combinada con apoyo psicológico.

La investigación está siendo financiada por la empresa británica Compass Pathways, que espera poder desarrollar su propia versión patentada de psilocibina sintética como tratamiento para la depresión y otros trastornos de salud mental. Sus resultados más recientes provienen de un ensayo de fase IIb que se llevó a cabo en 10 países, e involucró a 233 voluntarios con depresión que no habían respondido al menos a otros dos tratamientos.

Los voluntarios fueron seleccionados al azar para recibir una dosis única de psilocibina en tres concentraciones diferentes: 1 miligramo, 10 miligramos, y 25 miligramos. Antes de la prueba, todos los participantes recibieron el correspondiente asesoramiento para prepararlos para su experiencia psicodélica. Tras recibir la dosis, fueron monitoreados y se les dijo que se concentraran en su interior mientras escuchaban una lista de reproducción de música especialmente diseñada durante unas seis horas. Después, recibieron dos sesiones de asesoramiento, la primera al día siguiente, y la segunda una semana después. Ambas sesiones estaban destinadas a ayudarlos a procesar las ideas que podrían haber obtenido durante el viaje de psilocibina.

Finalmente, se realizó un seguimiento de sus resultados de salud mental durante 12 semanas. La dosis más baja de psilocibina que recibieron las personas era el grupo de control, ya que no se esperaba que tuviera ningún efecto terapéutico.

En comparación con esta dosis de control, las personas que tomaron 25 miligramos de psilocibina experimentaron una reducción significativa de los síntomas desde el inicio del tratamiento hasta tres semanas después. Los que tomaron la dosis de 10 miligramos también experimentaron una reducción de sus síntomas, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa en comparación con los que tomaron la dosis de 1 miligramo. Los hallazgos fueron publicados el miércoles en el New England Journal of Medicine. Según los autores del estudio, este es el mayor ensayo con psilocibina para tratar la depresión resistente publicado hasta el momento. La noticia, desde luego, es alentadora para las personas aquejadas de depresión, pero también hay algunas advertencias importantes que mencionar.

Datos anteriores a este estudio sugieren que la psilocibina tiene un efecto incluso más potente en la reducción de la depresión que el que ha mostrado este estudio. Un estudio más pequeño descubrió que más del 50% de los pacientes, incluso aquellos con depresión resistente al tratamiento, mejoran tanto después de tomar psilocibina que podría considerarse en remisión. Este resultado solo se ha podido replicar en el 29 % de los que tenían la dosis más alta en este nuevo estudio.

El ensayo tampoco ha mostrado claramente si los beneficios de la psilocibina pueden durar hasta 12 semanas más tarde, como esperaban los autores. Hubo más personas con la dosis más alta que tuvieron una respuesta sostenida en comparación con el grupo de control, pero no las suficientes para ser estadísticamente significativo. La mayoría de las personas de los tres grupos (77%) también experimentó efectos adversos como dolor de cabeza, náuseas y mareos. Un número mayor, pero aún pequeño, de personas que tomaron la dosis de 10 o 25 miligramos informaron haber experimentado más pensamientos o comportamientos suicidas que los del grupo de control. Se cree que algunos antidepresivos aumentan temporalmente el riesgo de tener ideas suicidas, particularmente para ciertos grupos como niños y adolescentes, por lo que este posible efecto secundario tiene precedentes. Se trata de un riesgo serio que precisa de una estrecha vigilancia en ensayos posteriores, y que podría conducir a una etiqueta de advertencia en caso de que algún día se apruebe la psilocibina para la depresión. Es una etiqueta similar a la que ya existe en algunos antidepresivos comerciales actuales.

Nada de esto tiene por qué suponer el fin para el futuro de la psilocibina en la medicina. Los beneficios esperados de un tratamiento experimental a menudo suelen reducirse con el tiempo a medida que los ensayos se vuelven más rigurosos al considerar cosas como el efecto placebo. Incluso si la psilocibina no es tan mágica como se esperaba, aún podría tener un impacto crucial, dada la falta de opciones para las personas con depresión resistente al tratamiento.

Compass Pathways sigue avanzando. La compañía planea realizar dos ensayos de fase III de psilocibina a fines de 2022, y en los que participarán a más de 900 voluntarios. Otros ensayos que prueban la psilocibina para condiciones como el trastorno de estrés postraumático y la adicción al tabaco también están en camino.