El ejercicio con cáncer de mama metastásico: “Es una terapia y un antidepresivo natural”

La evidencia científica demuestra que las pacientes de cáncer de mama que practican ejercicio físico de forma regular mejoran notablemente su calidad de vida física y psicológica.

“Es una parte imprescindible de mi terapia y un antidepresivo natural”, asegura Begoña Revuelta, paciente con cáncer de mama metastásico.

Esta es la razón por la que también tres mujeres deportistas y especialistas sanitarias del Centro de Patología de la Mama-Fundación Tejerina animan a las pacientes de cáncer de mama y a todas las mujeres en general a practicar algún tipo de ejercicio o deporte que reduzca el riesgo de desarrollar un tumor y la recaída.

Pero también una vez que la enfermedad y sus tratamientos están presentes en la vida de la paciente, el ejercicio se convierte en un gran aliado para mejorar su calidad de vida física y emocionalmente.

“La práctica regular de actividad física es un claro factor protector frente al cáncer de mama tanto en mujeres pre como post-menopaúsicas, con un efecto positivo adicional en el control del peso corporal, el estrés y la ansiedad.”, explica Mónica Caba, radióloga especializada en imagen mamaria.

“El sedentarismo -indica- nos debilita y nos hace más vulnerables a la enfermedad, ya que favorece la obesidad y genera un entorno metabólico propicio para la aparición de enfermedades crónicas tales como la patología cardiovascular y los tumores malignos”.

Según la doctora, “además, la actividad física es capaz de interaccionar sobre diferentes aspectos biológicos como el sistema inmune, los mecanismos de reparación del ADN, los factores de crecimiento y la secreción de insulina entre otros, y condicionar una disminución del riesgo de carcinogénesis”.

ejercicio cáncer de mama
De izq a dcha: Radióloga Mínica Caba, fisioterapeuta Silvia Balaguer y psicóloga Teresa Escalonilla. Foto cedida por la Fundación Tejerina.

Correr como terapia

Begoña Revuelta, paciente en el Centro de Patología de la Mama–Fundación Tejerina, tiene cáncer y ser corredora habitual es una gran ayuda: “La práctica de ejercicio físico en general siempre me ha producido muchísima satisfacción personal, pero el running es una parte imprescindible de mi terapia”.

Relata que empezó a correr con 12 años: “Es un tiempo solo mío, yo conmigo, sin distracciones, un rato sin leer, sin TV, sin compañía y hablándome, escuchándome. Supongo que es como meditar, pues siempre corro sola, ni siquiera me pongo música”.

Antes entrenaba 4 y 5 días a la semana, “ahora cuando los pies me dejan, al menos un par de veces a la semana, pero mucha menos distancia”.

Y por eso anima a todas las pacientes con cáncer de mama “a vencer la pereza y practicar cualquier tipo de deporte. Es un antidepresivo natural, duermes, comes y te sientes mejor y más feliz”.

Teresa Escalonilla, psicóloga general sanitaria, señala que existen investigaciones que ·demuestran los beneficios del ejercicio físico sobre el bienestar psicológico y la regulación del dolor mediante la creación de endorfinas”, además de afirmar que el ejercicio aeróbico mejora el funcionamiento físico y la fatiga y reduce la ansiedad a través de la contracción y relajación de los músculos durante el ejercicio.

La psicóloga explica que el ejercicio produce un efecto de auto-eficacia al percibir una sensación de control sobre la actividad, influyendo positivamente en la mejora del estado depresivo leve o moderado; favorece un correcto sueño y mejora la autoestima.

Asimismo, “el ejercicio físico es una oportunidad para poner en práctica la atención plena, por ejemplo, poniendo el foco en el ritmo de la respiración, en las posturas adoptadas y en los movimientos dejando pasar los pensamientos rumiativos”.

Y también es una buena oportunidad para participar en la Carrera de la Mujer que se celebra el 7 de mayo en Madrid al igual que lo hace la radióloga Mónica Caba, también deportista: “Practicar ejercicio físico de forma regular me ha ayudado a sentirme más plena, a generar un compromiso con mi cuidado y mi salud, mejorando la sensación de bienestar físico y mental y ayudándome a crear un espacio y un tiempo para mí que sin duda ha mejorado de forma global mi calidad de vida”.

Silvia Balaguer, fisioterapeuta hace hincapié en que las pacientes de cáncer de mama hagan ejercicio pero con el control de los especialistas.

“Es recomendable que se pongan en contacto con profesionales del deporte o fisioterapeutas que sepan pautarles de forma correcta el ejercicio que necesitan. En las personas con cáncer el objetivo principal es influir en el metabolismo, y esto se consigue con una programación adecuada de ejercicio cardiovascular de baja y alta intensidad, así como entrenamiento de fuerza”, explica.

Y respecto al ejercicio físico de mayor intensidad, como el running, “siempre deberá estar supervisado por un profesional y contar con una correcta planificación y dosificación”, concluye. EFE