El bebé prematuro y su impacto emocional en los padres

El nacimiento de un bebé es una de las etapas más importantes que puede experimentar una pareja. Desde los primeros meses de embarazo hasta el último trimestre, las ansias y las ganas de conocer a la criatura se hacen cada vez mayores e inexplicables. ¿Pero qué pasa si el bebe nace antes del tiempo establecido?

De acuerdo con la presidenta y fundadora de la Asociación Dominicana de Psicología Perinatal, Angy Carolina Estévez Abreu, un bebe se considera prematuro antes de que se haya cumplido las 37 semanas de gestación.

“Estos se dividen en los prematuros extremos con menos de 28 semanas, muy prematuros de 28 a 32 semanas y prematuros moderados tardíos con 32 a 37 semanas”, explica la especialista.

Estévez Abreu afirma que el nacimiento de un bebé prematuro supone un gran impacto emocional en los padres, indicando que estos solo idealizan la llegada de un niño sano, fuerte y grande.

No obstante, con la llegada de un niño prematuro se hace evidente la fragilidad que sustentan, cuando observan la cantidad de cables y aparatos que le rodea y por la cuantiosa repercusión económica debido a la hospitalización y el cuidado que ameritan.

“Esta carga psicoemocional y física es agotadora e incomprendida en determinadas ocasiones pudiendo precipitar el estrés dentro del sistema familiar haciendo que el proceso de adaptación del bebé a la vida se convierta en un desafío por la intensa tensión que conlleva”, expresó Estévez Abreu.

La galena manifiesta que diversas investigaciones sustentan que las madres de bebés prematuros o de bajo peso al nacer poseen síntomas depresivos más habituales y extensos, de la misma manera que los padres y cuidadores poseen ambivalencia emocional con características entre el deseo y rechazo del bebé lo que puede dificultar posteriormente el vínculo, las madres pudieran ver la maternidad como un problema y resignarse lo que pudiera alterar su estado de ánimo manifestando ansiedad, iniciar un proceso de duelo, angustia, ausencia de maternaje, temor e inestabilidad en general.

“Es posible que los padres sobreprotegen al bebé o no cuidarlo adecuadamente debido a la baja expectativa de vida que crean tener sobre el bebé y no manifestarle afecto lo que también se convierte en un riesgo ya que si la motivación de los padres solo está dirigida al estado de salud del bebé sobre todo cuando este no evoluciona favorablemente existe mayor probabilidad de abuso, abandono, negligencia y maltrato”, dice la también directora ejecutiva del Centro de Atención a la Mujer Embarazada.

ESTADÍSTICAS
Según datos del Departamento de Información en Salud (DIS) del Ministerio de Salud Pública de la República Dominicana, se estima que del total de nacidos vivos en 2019, el 8.2 por ciento era prematuro, acorde a la base de datos de nacidos vivos.

La Organización Mundial de la Salud estima que a nivel global cada año nacen 15 millones de niños prematuros y de los cinco millones de niños que mueren al año durante el periodo prenatal, el 25 % de estos decesos están asociados con la prematurez y/o el bajo peso al nacer.

Angy Carolina Estévez Abreu cuenta su experiencia como especialista y lo que vive en las consultas con la vida de estos infantes y la de sus padres.

Durante el ejercicio de mi profesión he constatado la angustia de los padres con bebés prematuros y estos ameritan un acompañamiento oportuno de salud mental perinatal durante su proceso, que posibilite su bienestar, pues lo habitual es que todos se involucren en el bebé obviando que sus padres también requieren exponer sus necesidades, miedos y dudas y que reciban suficiente psicoeducación.

Indicó que para lograr este acompañamiento existe lo que se conoce como cuidado paliativo perinatal, el cual pretende desde una perspectiva integradora a través de la contención, el cuidado psicológico, físico, social y espiritual apoyar a los padres y relacionados durante el proceso de duelo para lograr la mejor calidad de vida para la familia, proporcionar confort y estabilidad.

Además ayuda en la toma de decisiones, a paliar el dolor, gestionar de manera adecuada las emociones, entre otros que están sumergidos en esta experiencia.

“Esta atención está dirigida a pacientes susceptibles como son bebés con menos de 24 semanas, diagnóstico de anomalía congénita incompatible con la vida, niños con enfermedades que no responden a los cuidados intensivos, bebés que pueden vivir con dependencia permanente, entre otros”, explica.

Sin embargo, la experta opinó que es preciso asumir un protocolo de atención habitual independientemente de las circunstancias de vida del bebé, y que incluya un seguimiento continuo-cualificado-pertinente a través de la telemedicina y visitas domiciliarias, por lo menos hasta el primer año postparto, es preciso apostar a la prevención siempre.

“La salud mental perinatal en la República Dominicana se ha establecido y nuestra institución ha generado un precedente y subsanado una importante laguna académica y pretendemos continuar otorgando herramientas que optimicen el ejercicio en salud mental desde el sector salud materno infantil por el bien de nuestra sociedad”, sostuvo.

Asimismo es preciso crear espacios que favorezcan la salud emocional de los padres y exponer el impacto emocional que supone la prematuridad.

Según la Organización Mundial de la Salud cada año alrededor del mundo nacen 15 millones de bebés antes de llegar a término, esta es la primera causa de mortalidad y morbilidad neonatal e infantil, además, muchos de los prematuros que sobreviven están asociados con mayor tasa de dificultad en su desarrollo físico, cognitivo, familiar y social.