Dolor y dificultad para mover la mandíbula pueden ser señales de alteraciones de DATM

La articulación temporomandibular (ATM) es una articulación sinovial ubicada anatómicamente en la fosa craneal media derecha e izquierda (por adelante de ambas orejas).

Está compuesta principalmente por tejido óseo, muscular y ligamentos que cumplen importantes movimientos biomecánicos al realizar apertura, cierre, protrusión, retrusión y lateralización de la mandíbula, por ello, se clasifica como articulación ginglimoartrodial.

Carlos José Contreras, cirujano oral y maxilofacial de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), explica que el término “disfunción articulación temporomandibular (DATM)” se utiliza generalmente para abarcar alteraciones que pueden variar desde trastornos musculares a articulares (incluyendo hipomovilidad o hipermovilidad de la articulación) a enfermedades de las articulaciones (incluyendo osteoartritis), produciendo alteraciones estructurales, funcionales o fisiológicas del sistema masticatorio, presentando sintomatología dolorosa variable.

El experto señala que los síntomas van desde no presentar dolor, hasta dolor severo de alto impacto, pudiendo estar asociados o no a otras condiciones médicas, por lo que su diagnóstico y tratamiento debe siempre realizarse de manera multidisciplinaria entre especialistas certificados y entrenados en el tratamiento.

Es importante entender que no hay articulación más compleja y utilizada en el cuerpo humano que la ATM.

Durante el movimiento de las dos articulaciones temporomandibular en conjunto con los músculos de la masticación y accesorios logran abrir y cerrar la boca aproximadamente dos mil veces al día para realizar actividades que son críticas para el trabajo vital de la vida humana incluyendo comer, hablar, besar e incluso respirar, describe Contreras.

“Estas dos pequeñas articulaciones pueden ser afectada por más de 30 trastornos de salud y coexistir con una serie de condiciones médicas superpuestas que incluyen dolores de cabeza, fibromialgia, dolor de espalda, síndrome de colon irritable, neuralgia del trigémino y bruxismo afectando directamente a la calidad de vida.

La disfunción de la ATM es el resultado de una serie de factores entrelazados de origen oclusal (mordida inestable), neurofisiológico y psicológico, afirma el cirujano oral y maxilofacial”, apunta.

El profesional de la salud indica que la prevalencia de la DATM en República Dominicana es difícil de estimar debido a la escasa o nula estadísticas con que se cuenta en la actualidad en el país.
Tomando de referencias a países industrializados como por ejemplo Estados Unidos, quienes reportan que el 58% de su población presenta algún tipo de alteración en la ATM (sintomática o asintomática), siendo la más frecuente el sonido tipo ‘click’, en el 52 por ciento de la población estudiada.

Indican, además, que la mayoría (65-80 %) de los pacientes son mujeres, el 7 % reporta dolores de cabeza y el 25% se quejaba de dolor facial.

La Health and the National Institute of Dental and Craniofacial Research precisa que se necesitan medidas urgentes para mejorar la atención de las personas con DATM a nivel mundial que impacte positivamente en la salud general de los paciente.

Los síntomas
Los pacientes con esta condición frecuentemente presenta los síntomas de dolor en la cara, mandíbula o cuello, dolor alrededor, delante o en la oreja, dolor en ambos lados de la cabeza, en un lado de la cabeza que se activa al apretar los dientes, también dolor en los músculos o articulación de la mandíbula, movimiento limitado o bloqueo de la mandíbula, rigidez en los músculos, dificultad o molestias para masticar, cambio en la forma en la que los dientes encajan entre si y espasmos musculares alrededor de la mandíbula, dice el especialista.

Diagnóstico
Para realizar un diagnóstico certero de DATM es necesario conocer a fondo los signos y síntomas característicos y siempre auxiliarnos de imágenes diagnóstica como la tomografía axial computarizada 3D (TAC) de ATM para valorar morfología ósea y descartar otras afecciones en el territorio cráneo maxilofacial y resonancia magnética nuclear para valorar tejidos blandos intra-articulares.

Asimismo, el cirujano maxilofacial entrenado y certificado en esta condición valorará la situación de cada paciente para recomendar la aplicación de un tratamiento conservador o el uso de intervenciones mínimamente invasivas como la artroscopia de ATM, la cual consiste en introducir una cámara intra-articular (artroscópico) para permitir al cirujano examinar la articulación, retirar el tejido inflamatorio y manipular las estructuras, obteniendo buenos resultados (entre un 80 y un 95 % de los casos) con un índice bajo de complicaciones menor que el 1% de los casos.

Describió que a través de la artroscopia (procedimiento donde el cirujano inserta un conducto delgado conectado a una cámara de video de fibra óptica a través de una pequeña incisión del tamaño de un ojal) se puede realizar la infiltración de sustancias terapéutica que ayudarán en el proceso reparativo de la articulación intervenida con el beneficio de ser un procedimiento ambulatorio.