Día Mundial del Asma: el tabaco y la contaminación empeoran esta afección

En el Día Mundial del Asma, primer martes de mayo, repasa los principales síntomas y factores de riesgo del asma. Una enfermedad muy prevalente que requiere un buen diagnóstico para aplicar su tratamiento.

El asma es una inflamación de los bronquios que provoca su obstrucción y, por tanto, dificulta el paso del aire necesario para respirar.

Se entiende por asma al síndrome que engloba a pacientes con síntomas recurrentes provocados por la obstrucción variable de los bronquios.

Su origen es multifactorial, aunque algunos factores aumentan la predisposición a padecer la enfermedad o empeoran sus síntomas.

¿Qué factores pueden empeorar el asma?

Existen numerosos factores de riesgo asociados a la aparición del asma que van desde perinatales hasta ambientales, y afectan a diferentes edades del paciente.

Por otro lado, los factores ambientales como aeroalérgenos, alérgenos laborales o infecciones respiratorias juegan un papel destacado.

Existe evidencia de que la contaminación en el interior de los edificios y en el exterior pueden ser desencadenantes de la aparición de asma o agudizaciones de la misma.

Así lo expone también el estudio “Air Pollution and Asthma: Mechanisms of Harm and Considerations for Clinical Interventions”, que sugiere que el aire contaminado contribuye al desarrollo del asma en la infancia.

Según el análisis, los efectos dañinos de la polución afectan al desarrollo de los pulmones y el sistema respiratorio en la edad temprana, el control del asma, la función anti microbiana del sistema inmune y la agudización del asma.

Además, contribuye a incrementar la morbimortalidad del asma y la incidencia de otras enfermedades respiratorias crónicas, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

¿Qué ocurre con otros factores de riesgo como el tabaco?

El tabaco es otro factor asociado a la aparición de asma dentro de los factores ambientales. Los fumadores presentan mayor riesgo de sensibilización alérgica y en el caso del tabaquismo materno se asocia a un incremento de los síntomas asmáticos en la infancia.

Por otro lado, el experto de la SEMG avisa de que los fumadores pasivos también “presentan riesgos para su salud, ya que fumar alrededor de otras personas puede ser perjudicial para el resto”.

Según diversos expertos, en los pacientes con asma fumadores (activos o pasivos) el tabaco puede producir:

  • Peor control de la enfermedad
  • Peor calidad de vida
  • Reducción de la eficacia del tratamiento
  • Mayor frecuencia de crisis, visitas a urgencias y necesidad de ingresos hospitalarios
  • Mayor riesgo de mortalidad y de desarrollar una forma mixta de enfermedad asma-EPOC