Deuda del Banco Central creció 1,768.3 % desde el año 2000

La deuda del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ha experimentado un crecimiento considerable desde el inicio del siglo XXI, alcanzando los 20,442.8 millones de dólares al finalizar el tercer trimestre de este año, lo que representa el 17% del producto interno bruto (PIB) del país. Esta cifra indica un aumento del 1,768.3% desde el año 2000, cuando la deuda era de 1,156.1 millones de dólares. A pesar de que la deuda promediaba 6,621.9 millones de dólares anuales entre 2000 y 2019, ha experimentado un aumento significativo de 8,955.1 millones de dólares en los últimos 45 meses, llegando a un promedio anual de 15,961 millones de dólares.

El mayor incremento se registró entre 2021 y 2022, con un alza de 3,371.1 millones de dólares. La deuda total a septiembre de este año representa un incremento del 15.5% en comparación con diciembre de 2022. Inicialmente, la deuda del BCRD en 2000 estaba compuesta por un 77.1% de deuda externa y un 22.9% de deuda interna. Sin embargo, tras la crisis financiera de 2003, la deuda interna aumentó significativamente, alcanzando un promedio anual de 5,792.1 millones de dólares entre 2000 y 2019. Actualmente, la deuda interna asciende a 19,362 millones de dólares, representando el 94.7% del total adeudado, mientras que la deuda externa es de 1,080.7 millones de dólares, el 5.3% del total.

El economista Antonio Ciriaco Cruz atribuye el aumento reciente de la deuda a la emisión de más certificados financieros para cubrir los intereses. En diciembre de 2022, se emitieron certificados por valor de 870,299 millones de pesos, y actualmente esa cifra ha ascendido a 1 billón 49,000 millones de pesos. Según Ciriaco Cruz, esto se debe a la falta de cumplimiento de la Ley 167-07 para la Recapitalización del Banco Central, y propone una reformulación de esta ley para extender los plazos y aumentar los aportes. Además, sugiere que la deuda del Banco Central debería transferirse al Ministerio de Hacienda, permitiendo al Gobierno buscar mecanismos alternativos para su manejo, como la emisión de bonos a largo plazo.