Los demócratas impulsaron la aprobación en el Senado de su paquete económico en un año electoral, una solución negociada para la que lucharon mucho y que es menos ambiciosa que la visión original del presidente Joe Biden, pero que de todas formas cumple con los objetivos del partido de combatir el calentamiento global, moderar los costos farmacéuticos y gravar a las compañías enormes.
Ahora el paquete por aproximadamente 740,000 millones de dólares se encamina a la Cámara de Representantes, donde los legisladores están listos para respaldar las prioridades de Biden, un cambio sorprendente en lo que parecía una iniciativa perdida y destinada al fracaso que repentinamente recuperó fuerza en la política. Los demócratas se mantuvieron unidos en una votación que se resolvió 51-50; el voto decisivo fue de la vicepresidenta Kamala Harris.
“Ha sido un camino largo, difícil y tortuoso, pero al fin, al fin hemos llegado”, señaló el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, antes de la votación final.