Decisión sobre el aborto en USA motivaría discusiones sobre matrimonio gay y los anticonceptivos

Además de sumarse a la mayoría conservadora de la Corte Suprema que derogó este viernes la protección constitucional al derecho al aborto, el juez Clarence Thomas, al presentar los argumentos de su voto a favor de la anulación de la decisión de Roe Vs. Wade de 1973, afirmó que hay otras sentencias que deberían revisarse relativas a derechos de la comunidad LGBTQ y al uso de anticoceptivos.

“En futuros casos, deberíamos reconsiderar todos los precedentes de debido proceso de esta corte, incluyendo Griswold, Lawrence y Obergefell”, indica Thomas, abriendo lo que para muchos es una caja de Pandora que podría incentivar a algunos sectores conservadores a presentar desafíos legales a decisiones ya zanjadas y consideradas ‘precedente’ por los estadounidenses.

Los casos que menciona Thomas son: Griswold v Conneticut, de 1965, por el que la corte estableció el derecho de las parejas casadas a acceder a anticonceptivos; Lawrence vs Texas, de 2003, que estableció que los estados no pueden declarar ilegal el sexo consentido entre parejas homosexuales, y Obergefell vs Hodges, de 2015, que la constitucionalidad del matrimonio homosexual o igualitario.

El juez, el más veterano de la Corte Suprema, reavivó el temor de activistas progresistas que, desde que el mes pasado se filtró el borrador de la sentencia, denunciaron que vendrían más restricciones para otros grupos.

Desde la Casa Blanca, el presidente Joe Biden, en su primera intervención pública tras conocerse la sentencia, se refirió explícitamente a las palabras de Thomas para denunciar el “extremo y peligroso camino” que ha adoptado la Corte Suprema.

“Nada pone en duda los precedentes que no sean sobre el aborto”
El juez Samuel Alito es el autor de la sentencia que establece que “la Constitución no confiere el derecho al aborto; Roe y Casey son anulados; y la autoridad para regular el aborto se devuelve al pueblo y a sus representantes electos”.

Alito hace referencia a Roe vs. Wade, de 1973, y al caso Planned Parenthood vs. Casey de 1992, que reforzó el reconocimiento federal del derecho al aborto.