Corea del Norte anunció hoy que el misil balístico intercontinental (ICBM) que disparó el jueves fue un Hwasong-17, el que más alcance potencial tiene en su arsenal, lanzamiento que contó con la presencia del dictador Kim Jong-un y que pretende responder a las maniobras militares que estos días llevan a cabo Seúl y Washington en el sur de la península.
Kim “subrayó la necesidad de infundir miedo en los enemigos, de disuadir de manera real la posibilidad de que estalles una guerra y garantizar de manera fiable la vida pacífica” de los norcoreanos, según informó la agencia estatal KCNA.
El texto indica que el lanzamiento se realizó “ante la grave situación por la cual se está generando el más inestable entorno de seguridad en la península de Corea debido a los frenéticos, provocativos y agresivos simulacros de guerra a gran escala” que están llevando a cabo Corea del Sur y EEUU, cuyas maniobras de primavera, Freedom shield, concluirán el 23 de marzo.
El lanzamiento más reciente se llevó a cabo horas antes de que el presidente surcoreano Yoon Suk Yeol viajara a Tokio para reunirse con el primer ministro japonés Fumio Kishida, con el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales y consolidar un acuerdo trilateral de cooperación en seguridad con Estados Unidos para contrarrestar las amenazas norcoreanas.
La llegada al poder del conservador Yoon el pasado mayo y los avances armamentísticos mostrados por Pyongyang están sirviendo para impulsar la cooperación, especialmente en el terreno militar, tras un lapso en el que las relaciones entre Seúl y Tokio atravesaron su peor momento en años.
Por su parte, el Ministerio de Defensa nipón indicó que el proyectil voló durante unos 69 minutos y que se estrelló en aguas del mar de Japón hacia las 8.18 hora local (23.18 GMT del miércoles) a unos 250 kilómetros al oeste de la isla de Oshima, que queda frente a la costa suroccidental de la isla septentrional de Hokkaido.
Los aliados han alertado de que Corea del Norte, que considera los ejercicios como un ensayo para invadirla y que ha prometido dar una “respuesta sin precedentes” a estas maniobras, tiene todo listo para hacer cuando quiera una nueva prueba nuclear y algunos expertos creen que el régimen podría optar por probar su primer misil balístico intercontinental (ICBM) de combustible sólido, más eficiente que los que usan propelentes líquidos.
El año pasado, Pyongyang probó más de 70 misiles, incluidos misiles con capacidad nuclear dirigidos a Corea del Sur, Japón y el territorio continental de Estados Unidos. Corea del Norte dijo que muchas de esas pruebas eran una advertencia por anteriores simulacros militares surcoreanos-estadounidenses.