La situación en la franja limítrofe entre República Dominicana y Haití sigue tensa, con el Ejército dominicano manteniendo el control total de la pirámide 13, que fue brevemente ocupada por grupos de haitianos la semana pasada. Los haitianos protestaron alegando que los soldados dominicanos estaban en su territorio. Aunque los residentes expresaron su rechazo a la construcción de la verja perimetral, que dejó un espacio de amortiguamiento del lado oeste, las autoridades dominicanas afirmaron su soberanía.
El comandante general del Ejército de República Dominicana, mayor general Carlos Fernández Onofre, realizó un recorrido por la zona afectada y afirmó que la situación está bajo control, destacando la rápida intervención de los soldados ante el intento de alterar el orden fronterizo por parte de la turba haitiana.
En cuanto al comercio, el ayuntamiento de Dajabón impidió la venta de gallinas por vendedores de pollo de Moca, generando molestia entre los comerciantes. La frontera cerrada ha afectado las actividades comerciales, y los vendedores del mercado binacional de Dajabón temen que las actividades no se reanuden pronto.
En un desarrollo adicional, Haití envió agentes armados a Juana Méndez para apoyar a miembros de la policía local y la Brigada de Seguridad de Áreas Protegidas. Este refuerzo ocurrió después de que soldados dominicanos defendieran la soberanía nacional ante el ingreso de manifestantes a territorio dominicano. Los agentes haitianos llegaron armados con diferentes tipos de armas automáticas.
La tensión en la frontera persiste, con preocupaciones sobre posibles conflictos futuros y el impacto en las actividades comerciales y la vida cotidiana de las comunidades en la zona.