Chris Sale estaba exactamente donde quería el jueves.
“Extrañaba esto. Pasé mucho tiempo separado de esto”, dijo Sale. “Lo que sentí allá afuera es algo que no puedo conseguir en otro lado. Lo disfruté. Es una parte muy importante de quien soy. Es lo que se supone que debo hacer. Yo amo genuinamente jugar béisbol”.
Haciendo su primera apertura de rehabilitación tras sufrir una fractura no desplazada en una costilla, el zurdo ponchó a siete, tirando 36 de 52 pitcheos en strike, en la victoria de Doble-A Portland sobre New Hampshire. Permitió una carrera y cuatro hits y no dio boletos.
“Hoy me fue bien. Honestamente, estaba esperando salir para el quinto”, siguió Sale. “Si me dicen que voy a abrir (para los Medias Rojas) en cinco días, me emocionaría bastante. Si puede lanzar cinco, seis innings y sentirme como me sentí hoy, pienso que voy a estar listo. Pero eso no es decisión mía”.
El siete veces All-Star tiró una recta a 96 mph y varias otras a 95, consiguiendo además varios swings en blanco contra su slider. Pero se mostró especialmente satisfecho con su cambio de velocidad.
Cuando se le preguntó si las recientes conversaciones sobre el estatus de vacunación de los jugadores de los Medias Rojas le harían cambiar de opinión, el zurdo se mostró reticente.
“No. Me acabó de divertir mucho. No arruinemos eso. Estoy disfrutando este proceso”, comentó. “Aprecio estar donde estoy y lo que estoy haciendo. Hoy es hoy y mañana ya vendrá. Nos ocuparemos de esa (situación) en un mes”.
Pero Sale reiteró que donde quiere estar es de regreso con los Medias Rojas.
“Todo este proceso es para regresar a Boston y hacer lo que tengo que hacer… y ayudar al equipo a ganar”.