China saca músculo en tecnología aérea: ya tiene nuevos radares contra drones, misiles y aviones «stealth»

China presume de músculo militar. De uno muy concreto: el que le permite detectar y neutralizar amenazas. Solo unos meses después de que EEUU sacase pecho con su nuevo B-21 Raider, un bombardero con tecnología stealth para burlar el control de sus posibles enemigos, Pekín ha hecho lo propio mostrando la última tecnología que han desarrollado sus empresas para plantar cara a los drones y las conocidas como aeronaves furtivas. Parafraseando aquel proverbio que nos habla de la mujer del César: una nación, además de tener fuerza militar, debe parecerlo.

Y China ha usado un escaparate privilegiado para demostrarlo.

Sacando músculo. Hace solo unos días Pekín acogió la World Radio Detection and Ranging Expo, la única exposición internacional y profesional sobre radares de la industria en China. La cita se celebra cada dos años y buscar servir de punto de encuentro para el sector y sobre todo «escaparate» de radares miliares y civiles, equipos aeroespaciales, para aviación o incluso estudios meteorológicos.

Uno de los mensajes lanzados tanto por Global Times, como China Daily, dos medios ligados al Partido Comunista Chino, ha sido precisamente cómo ha servido a la industria para demostrar sus últimos avances y radares de nueva generación.

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¿Y qué han enseñado? Varios dispositivos. Aunque el que más atención ha acaparado ha sido el sistema de radar multifuncional de banda S YLC-16, de China Electronics Technology Group (CETC), uno de los principales organizadores de la exposición y proveedor de electrónica de defensa de Pekín. Según explica a China Daily Tang Ji, directivo de su centro en Nanjing, el dispositivo está dotado de un sistema phased array y chips avanzados, lo que le permite detectar y rastrear drones, misiles de crucero, armas merodeadoras o aviones furtivos.

«Es uno de los últimos modelos de radar que CETC ofrece en el mercado internacional y es el mejor radar de vigilancia tridimensional de alcance medio que cualquier comprador puede encontrar ahora en el mercado», apunta Tang Ji, quien asegura que hay ejércitos de África y Asia que ya se han mostrado interesados. Sus características permiten instalarlos en regiones remotas, como áreas montañosas o islas deshabitadas, y que sus operarios los manejen a distancia. La maniobra de apertura y cierre de las antenas y cubiertas plegables exige solo unos minutos.

Con la vista puesta en los drones. CETC también mostró un sistema que permite —recoge Global Times— rastrear, localizar e interferir en las señales de control de drones. Gracias al dispositivo se debilitan sus órdenes de mando, reduce la precisión e incluso se puede «engañar» a la nave para que se desvíe o aterrice. El sistema puede montarse en todoterrenos y vehículos de infantería, barcos o sobre el suelo. La compañía también mostró sistemas de monitoreo de baja altitud para objetos pequeños y lentos, así como misiles de crucero o naves de combate.

Durante la exposición celebrada en la capital China CETC mostró el radar C YLC-12, el S YLC-2E, capaz de detectar objetos con tecnología stealth gracias a un nuevo enfoque que lo diferencia de los anteriores radares «anti-sigilo». A la cita acudieron también otras empresas armamentísticas del país, como China Electronics Corp, China Aeroespace Science and Industry o China State Shipbuilding, que también presentaron diferentes sistemas submarinos, para misiles o buques.

¿Son todos usos militares? No. Al S YLC-16 también se le puede sacar provecho en la aviación civil, en el que puede encargarse de apoyar la vigilancia del tráfico aéreo. Durante la exposición de Pekín se mostraron sistemas como el GLC-36S, un radar meteorológico capaz de escanear con precisión fenómenos como tifones o tormentas, lo que permitiría a los científicos conocerlos mejor.

Más allá de China. La exposición de Pekín, una cita bianual, llega solo unos meses después de que EEUU presumiera de su B-21 Raider, un bombardero de tecnología furtiva que presentó en diciembre y del que ha ido dando alguna pista desde entonces, casi a cuentagotas. Una de las explicaciones más interesantes la deja su fabricante, Northrop Grumman: «Actualmente solo el 10% de la fuerza de bombarderos de nuestro país es capaz de penetrar las defesas aéreas adversarias avanzadas. Puesto que nuestros adversarios han seguido invirtiendo con fuerza […], es crucial un nuevo bombardero para disuadir a adversarios potenciales”.

«A medida que los adversarios continúan invirtiendo y desarrollando armas avanzadas, el B-21 Raider proporcionará a EEUU un activo estratégico capaz de penetrar las defensas aéreas enemigas y alcanzar objetivos en cualquier parte del mundo, algao que aproximadamente el 90% de la actual flota de bombarderos de la nación es incapaz de hacer», abunda la firma. Otro factor clave, como destaca Global Times, es el peso que han tenido los drones en la guerra de Ucrania.