De forma similar a lo que hicieron en la serie ante Milwaukee, los Celtics respondieron a la derrota del Game 1 con una victoria aplastante en el Game 2. El conjunto de Boston se impuso en el segundo duelo en Miami por un arrollador 102-127, poniendo el empate en el global de la eliminatoria de cara a la llegada de la serie a Massachusetts, donde tratarán de aprovechar el factor cancha para hacerse con una importante ventaja.
El cuadro de Ime Udoka recibió antes del encuentro una gran noticia con la confirmación de Al Horford y Marcus Smart estaban disponibles tras su ausencia en el duelo anterior, y el rendimiento global del equipo notó la vuelta de ambos. Tras un parcial de 18-8 de salida de los Heat, Boston pasó a un quinteto más pequeño dando entrada a Gran Williams por Robert Williams, lo que le otorgó la fluidez y versatilidad que necesitaban para volver a lucir su versión más dominante y hacerse con el control del choque de forma drástica. Con un 9/11 en triples en el primer cuarto, los Celtics cerraron dicho periodo con un parcial de 6-27 que les otorgaba una notable ventaja, aunque dicha distancia iba a tardar pocos minutos en parecer pequeña.
Y es que, quitando los mencionados primeros minutos de dominio local, el partido no tuvo color. O mejor dicho, solo tuvo color verde. El segundo cuarto fue un paseo triunfal de los visitantes, que, liderados por un Jayson Tatum en estado de gracia, se exhibieron sobre el parqué del FTX Arena y dejaron el choque resuelto al descanso. Con Tatum anotando 18 de sus 27 puntos en esta primera parte, los de Udoka fueron en volandas, y llegaron a colocarse con una ventaja de 29 tantos (39-68) antes del primer paso por vestuarios.
Jaylen Brown, que también destacó en la primera mitad con 15 de sus 24 puntos, brilló también en este periodo, como lo hicieron en realidad todos los hombres de verde que pasaron por la pista. Entre ellos, Smart quiso hacer evidente lo mucho que le habían echado de menos en el choque anterior con una grandísima actuación a ambos lados de la cancha, pues, además de aportar también 24 tantos, lideró al equipo en asistencias con 12, en rebotes con 9, en triples con 5, y en robos de balón con 3.
Horford, por su parte, tuvo un debut más discreto al quedarse en 10 puntos, pero llegó a ellos con un perfecto 4/4 en tiro y con su habitual aportación defensiva y en creación de juego. Además, Grant Williams aprovechó los espacios concedidos por la defensa de Miami para alcanzar los 19 tantos, y su capacidad de abrir la pista y de defender fuera de la pintura dieron también un más que evidente impulso a los suyos.
Todo lo contrario ocurrió en los Heat, en los que solo Jimmy Butler con sus 29 puntos dio la cara. El alero, con un fantástico tercer cuarto en el que jugó prácticamente solo en ataque, trató de reenganchar a los suyos al partido y de hecho consiguió que la diferencia se redujera hasta los 17 tantos, pero la brecha era tan grande que de poco sirvió este intento de insurrección. Boston rápidamente aplacó este atisbo de esperanza local, y con otro parcial demoledor se encargó de llevar la distancia al +34 y dejar el duelo resuelto antes de tiempo.
Gabe Vincent fue con 14 puntos el mejor aliado de Butler, aunque su contribución distó de ser la de sus mejores noches. También con 14 acabó Victor Oladipo, aunque lo hizo firmando un pobre 2/8 en tiro, mientras que Tyler Herro, el cuarto y último jugador de Miami en dobles dígitos, terminó con 11. Desde luego, son números con los que es difícil ganar a nadie, menos a un equipo como Boston, de modo que veremos si los de Spoelstra consiguen recuperar su mejor versión de cara a los dos duelos vitales que tendrán lugar en el TD Garden.