El superintendente de Bancos, Alejandro Fernández W., advirtió sobre los elevados costos financieros que implica el uso de las tarjetas de crédito en República Dominicana, señalando que la tasa promedio anual se mantiene en torno al 60 %, una de las más altas dentro del sistema bancario nacional.
Durante su participación en el espacio “La Semanal con la Prensa”, Fernández explicó que, aunque las tarjetas son un instrumento útil para acceder al sistema financiero, deben emplearse con cautela cuando se utilizan como mecanismo de financiamiento.
“Recordemos que la tarjeta de crédito tiene una tasa de un 60 % anual, ciertamente entre las más altas. Por eso recomendamos que sea un instrumento de uso secundario o de emergencia”, expresó el funcionario.
El superintendente también indicó que alrededor del 60 % de los tarjetahabientes no usa este producto para financiarse, sino como medio de pago que les permite aprovechar beneficios o acceder a crédito sin intereses, siempre que cancelen el monto total antes del corte.
No obstante, advirtió que quienes recurren a financiar sus consumos con tarjetas enfrentan cargos mucho más altos, lo que puede comprometer su estabilidad económica personal.
Alternativas más convenientes
Fernández sugirió considerar opciones más accesibles, como los créditos de consumo o hipotecarios, que presentan condiciones menos onerosas y resultan más manejables para los hogares dominicanos.
Concluyó reiterando el llamado a los usuarios del sistema financiero a informarse antes de adquirir productos de crédito de alto costo, de modo que tomen decisiones más responsables y sostenibles.
Antecedentes del contexto financiero
En República Dominicana, el uso de tarjetas de crédito ha mostrado un crecimiento constante en los últimos años, impulsado por la ampliación del sistema financiero y el aumento de la inclusión bancaria. Este medio de pago se ha convertido en una herramienta habitual tanto para compras cotidianas como para cubrir emergencias o gastos imprevistos.
Sin embargo, las altas tasas de interés aplicadas a los saldos financiados que rondan el 60 % anual según datos de la Superintendencia de Bancos han generado preocupación entre especialistas, quienes advierten sobre el impacto que puede tener este tipo de deuda en la economía de los hogares.
Pese a este panorama, una gran parte de los usuarios utiliza sus tarjetas únicamente como medio de pago inmediato, evitando intereses al liquidar el monto completo cada mes.