Las personas que beben entre 2 y 3 tazas de café y entre 3 y 5 de té al día -o una combinación de 4 y 6 de ambas- podrían ser menos propensas a sufrir un ictus o a padecer demencia tras el accidente cerebrovascular.
Así lo manifiesta un estudio recientemente publicado en la revista científica PLOS Medicine, que recopila datos de 365.682 de adultos sanos de entre 50 y 74 años del Biobanco del Reino Unido. Los participantes fueron reclutados entre 2006 y 2010, y se les hizo un seguimiento hasta 2020. Desde el inicio informaron sobre su consumo regular de café y té.
El estudio, que ha sido llevado a cabo por la Universidad Médica de Tianjin (China) y liderado por el investigador Yuan Zhang, ha revelado que los sujetos que bebían de 2 a 3 tazas de café y 2 a 3 tazas de té al día tenían un 32% menos de riesgo de un accidente cerebrovascular como ictus (HR, 0,68, IC del 95%, 0,59-0,79; P
Asimismo, la ingesta de café solo o en combinación con té también se asoció con un menor riesgo de demencia posterior a un accidente cerebrovascular.
Los accidentes cerebrovasculares son acontecimientos que ponen en peligro la vida y que causan el 10 por ciento de las muertes en todo el mundo, mientras que la demencia constituye un problema sanitario mundial con una elevada carga económica y social.
La demencia es una condición que aparece después de una enfermedad cerebrovascular como el ictus, más comúnmente conocido como infarto cerebral.
Los autores han advertido una desventaja del estudio, y es que los participantes del Biobanco pertenecen a una muestra de personas sanas, en relación a la población general, por lo que los resultados podrían no ser los mismos si se analizase otro grupo de personas con patologías previas o problemas de salud.
Además, fueron relativamente pocas las personas que desarrollaron demencia o ictus, lo que puede dificultar la extrapolación exacta de las tasas a poblaciones más amplias.
Si bien es posible que el consumo de café y té proteja contra el accidente cerebrovascular y la demencia, esta causalidad no se puede inferir de las asociaciones. Por lo tanto, se deben llevar a cabo más investigaciones en otros grupos de personas antes de sacar conclusiones definitivas.