El ejército de Estados Unidos llevó a cabo una serie de bombardeos contra numerosos sitios en Irak y Siria, utilizados por milicias respaldadas por Irán. Esta acción fue en represalia al ataque con dron ocurrido el fin de semana pasado en Jordania, el cual resultó en la muerte de tres soldados estadounidenses, según informaron funcionarios a The Associated Press.
El presidente Joe Biden y otros altos funcionarios habían advertido en los días previos que Estados Unidos respondería a las milicias, dejando claro que no sería un único ataque, sino una «respuesta escalonada» a lo largo del tiempo. Los funcionarios que proporcionaron la información lo hicieron bajo condición de anonimato, ya que las operaciones militares aún no se habían hecho públicas.
Los ataques iniciales, llevados a cabo con aeronaves tripuladas y no tripuladas, se dirigieron específicamente a cuarteles de mando y control, almacenes de municiones y otras instalaciones utilizadas por las milicias respaldadas por Irán.