Josefina, de 24 años, llegó en motor a la casa de su ex novio en el barrio salido, en Santiago del Estero, Argentina y le prendió candela al carro. Las llamas se salieron de control y terminó quemando a su propio chiquitín de dos años quien intentó detener a su madre.
Totalmente fuera de sí, con un galón de gasolina en la mano, fue directo a rociar el Volkswagen Suran de su ex, de apellido Ríos, según los medios locales quienes resguardaron la identidad de los implicados.
Según cuentos de los presentes, la mujer tomó una piedra y rompió el vidrio para que la gasolina entrara al carro. Inmediatamente, lanzó un cigarro encendido para prender la combustión, pero no lo logró.
Absolutamente enceguecida, tras ese primer fracaso, dio unos pasos hasta un plástico, derramando gasolina en su camino, y lo prendió con un encendedor. Las llamas se vieron de inmediato. Descontrolado, el fuego no solo llegó hasta el carro, sino que además envolvió las piernas de la mujer, por lo que el chiquitín corrió a abrazar a su madre y también quedó envuelto. Mientras tanto, los vidrios del Suran estallaron, por lo que su dueño, alertado por el ruido, salió a ver qué pasaba, detalló la prensa de la provincia argentina.
Al abrir la puerta y ver lo que estaba pasando, rescató a su chiquitín. El chiquitín sufrió quemaduras de 1° y 2° grado en todo el cuerpo. El paciente se encuentra «grave», pero «estable» y con asistencia respiratoria mecánica y con antibióticos.
La mujer que encendió el fuego fue trasladada al hospital y quedó internada en condición de detenida.
Los cuentos reproducidos por la prensa local indican que la mujer tendría problemas de adicciones y solía pedirle plata a Ríos, de quien se separó hace dos años. Aparentemente, una negativa a una solicitud de ese tipo la habría llevado a realizar el ataque.
La investigación está a cargo del fiscal de turno Hugo Herrera, quien supervisó en el lugar de los hechos todos los trabajos llevados adelante por Criminalística.