Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos, ha emitido un mensaje claro: es necesario establecer regulaciones para la inteligencia artificial (IA). Este movimiento responde a las crecientes preocupaciones expresadas durante varios meses, incluso desde dentro de la misma industria tecnológica.
El decreto firmado por Biden establece una obligación para las empresas de compartir los resultados de las pruebas de seguridad con las autoridades antes de lanzar sus productos al mercado. Además de estas nuevas evaluaciones de seguridad, el documento proporciona directrices para promover la equidad y prevenir sesgos discriminatorios en la IA. También se inicia una investigación sobre el impacto de la IA en el mercado laboral, y se recomienda el desarrollo de herramientas que faciliten la identificación de contenidos generados por IA.
Biden reconoce el potencial asombroso de la inteligencia artificial, pero también comprende sus posibles usos indebidos. Hizo hincapié en cómo los delincuentes pueden tomar breves grabaciones de la voz de una persona para crear imitaciones convincentes que puedan utilizarse para engañar a familiares y extorsionarlos. Por lo tanto, es consciente de la importancia de regular adecuadamente esta tecnología.
Estados Unidos busca liderar la regulación de la inteligencia artificial y, en ese sentido, la vicepresidenta Kamala Harris asistirá a una cumbre sobre este tema en el Reino Unido esta semana.