Corea del Norte ha dado un paso hacia la flexibilización de sus medidas de aislamiento por la pandemia de COVID-19, permitiendo que sus nacionales en el extranjero regresen al país. La Jefatura Estatal de Prevención de Emergencias ha anunciado que los ciudadanos en el extranjero podrán regresar a casa y estarán bajo observación médica en sitios de cuarentena durante una semana.
Desde el inicio de la pandemia en 2020, Corea del Norte cerró sus fronteras, incluso para sus propios ciudadanos. Sin embargo, recientemente ha habido señales de que el país está levantando gradualmente sus restricciones sanitarias. Por ejemplo, autoridades chinas y rusas participaron en un desfile militar en Pyongyang, siendo los primeros dignatarios extranjeros en visitar el país en años. Además, una delegación de atletas norcoreanos asistió a una competición de taekwondo en Kazajistán, y la aerolínea estatal Air Koryo realizó su primer vuelo comercial internacional en tres años.
Aunque estos cambios indican una cierta apertura por parte de Corea del Norte, los expertos señalan que el país todavía no está listo para abrir completamente sus fronteras. Por un lado, no ha habido una campaña de vacunación en el país y su sistema de salud es deficiente. Además, el temor a un colapso similar al de China después de levantar sus restricciones podría estar influyendo en la decisión de Corea del Norte.