¿Cuándo nació la inteligencia artificial?

Los orígenes de la inteligencia artificial se remontan a las décadas de 1940 y 1950, con la llegada de las primeras máquinas electrónicas y el desarrollo de los primeros conceptos de IA. En este sentido, el ensayo de Alan Turing de 1950, «Maquinaria informática e inteligencia», sentó las bases para el campo al presentar el test de Turing, un método para determinar si una máquina puedeexhibir un comportamiento inteligente indistinguible del de un ser humano.

Como tal, el término «inteligencia artificial» fue acuñado por John McCarthy en 1956, durante una conferencia celebrada en Dartmouth College. Se trató de un evento y momento míticos. McCarthy, junto con Marvin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon, organizaron el evento en el que propusieron que «cada aspecto del aprendizaje o cualquier otra característica de la inteligencia puede, en principio, describirse con tanta precisión que se puede hacer una máquina para simularlo». Esta conferencia marcaría el pistoletazo de salida de la IA como un campo de estudio formal. Solo unos meses después, ya en 1957, John McCarthy fundó, junto con Marvin Minsky, el Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT. Además, algunos de los primeros proyectos de IA de la época incluyían Logic Theorist, desarrollado por Allen Newell y Herbert A. Simon, y General Problem Solver, que se considera el primer programa útil de IA, desarrollado en 1959 y cuyo objetivo era crear un programa informático capaz de resolver casi cualquier problema complejo.

Padres de la Inteligencia Artificial

Esta figura ‘paterna’, tal y como estamos explorando, tenemos que dividirla en varios personajes, ya que fueron unos cuantos científicos los que dieron forma al campo de la inteligencia artificial. Algunos de los «padres de la IA» más influyentes fueron:

Alan Turing, matemático, lógico e informático británico, por su trabajo en el Test de Turing y sus amplias contribuciones al desarrollo de la informática.

John McCarthy, científico informático estadounidense, a quien hemos visto que se le atribuye haber acuñado el término «inteligencia artificial» y que también desarrolló LISP, un lenguaje de programación que se convirtió en el estándar para la investigación de IA. McCarthy recibió el premio Turing en 19791.

Marvin Minsky, científico cognitivo y pionero de la informática estadounidense, que cofundó el MIT Media Lab e hizo importantes contribuciones al desarrollo de teorías de IA, como el desarrollo de redes neuronales y la IA simbólica.

Herbert A. Simon y Allen Newell, fueron científicos informáticos estadounidenses que realizaron aportaciones pioneras a la investigación de la IA, incluido el desarrollo del Teórico Lógico y el Solucionador General de Problemas.

IA

En las décadas de 1960 y 1970, la investigación de IA se centró en el desarrollo de sistemas expertos, que son programas informáticos diseñados para imitar las habilidades de toma de decisiones de un experto humano en un dominio específico. MYCIN, uno de los primeros sistemas expertos desarrollados por Edward Shortliffe de la Universidad de Stanford en 1972, fue diseñado para diagnosticar y recomendar tratamientos para infecciones bacterianas. El éxito de MYCIN demostró el potencial de la IA para contribuir a las tareas de resolución de problemas del mundo real.

Avanzamos un poco más en el tiempo. Si bien los sistemas expertos se basaron en IA simbólica, en la década de 1980 surgió un enfoque alternativo llamado conexionismo. El conexionismo se basa en la idea de que el comportamiento inteligente se puede modelar simulando la estructura y el funcionamiento de las redes neuronales del cerebro. Aunque las primeras redes neuronales tenían capacidades limitadas, a partir de 1986 comenzaron a integrarse redes de varias capas más complejas, lo que provocó un resurgimiento del interés por la IA.

¿Qué pasará en el futuro?

A medida que la IA continúa evolucionando, tiene el potencial de transformar numerosas industrias y aspectos de la vida humana, lo que también plantea preocupaciones éticas y sociales, como la posible pérdida de puestos de trabajo debido a la automatización, sesgos en los algoritmos de IA y problemas relacionados con la privacidad y la seguridad. La IA es actualmente una herramienta poderosa y versátil en un campo en el que será crucial considerar tanto las oportunidades como los desafíos que presenta, asegurando un futuro tan positivo como beneficios para toda la sociedad.