Xi destaca el reto sin precedentes de el covid en el discurso de fin de año

El presidente chino, Xi Jinping, pronunció hoy un discurso de fin de año en el que destacó los «desafíos sin precedentes superados con arduos esfuerzos» en la lucha contra la pandemia durante 2022, en un momento en el que el país lidia con su mayor oleada de contagios.

Xi aseguró que los trabajos de prevención y control contra la pandemia «han entrado en una nueva etapa», como ya dijera a comienzos de mes el Gobierno antes de proceder al desmantelamiento de la política de ‘cero covid’, contra la que se registraron protestas en varias ciudades en noviembre.

El líder chino hizo repaso de alguno de los hechos más relevantes del año en su país, entre los que recalcó la celebración del XX Congreso del Partido Comunista Chino (gobernante), celebrado el pasado octubre y durante el cual Xi logró un tercer mandato como secretario general inédito entre sus predecesores cercanos.

«El Partido Comunista ha luchado contra viento y marea cien años. Debemos avanzar y luchar para dar a China un mañana mejor», señaló el presidente.

Asimismo, Xi se refirió a algunos logros como la «exitosa organización» de los Juegos Olímpicos de Invierno el pasado febrero en Pekín, la construcción de la estación espacial china o el lanzamiento del tercer portaaviones de China.

El dirigente mencionó varias tragedias ocurridas en 2022, entre las que citó terremotos, como el que sufrió la provincia de Sichuan el pasado septiembre, o sequías, como la que registró el centro del país el pasado agosto, al tiempo que aseguraba que «las hazañas de los héroes» y las escenas de «ayuda mutua» resultaron «conmovedoras».

El secretario general del partido comunista expresó su esperanza de que «los compatriotas a ambos lados del estrecho se den la mano para crear el bienestar futuro de la nación china», en referencia a Taiwán y a la reunificación que China reclama.

El pasado agosto, la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, elevó la tensión en el estrecho de Taiwán a niveles inéditos en décadas, aunque más tarde Xi y su par estadounidense, Joe Biden, escenificaron un deshielo de sus relaciones durante una reunión del G20 en Indonesia