The Flash es una de las películas más esperadas en el mundo de los cómics y las historias de superhéroes, no solo porque promete ser un antes y después para el universo de DC (por la introducción del multiverso y distintas líneas temporales), sino porque también será el regreso de Michael Keaton y de Ben Affleck como Batmans en el film. Sin embargo, la película, en parte, está en problemas.
Esos problemas tienen que ver con Ezra Miller, actor protagonista del film, encargado de interpretar a Barry Allen y Flash desde Justice League, y las acciones y controversias en las que se ha visto envuelto desde hace varios meses, e incluso quizás años. Miller ha sido arrestado por desorden público en Hawái, se ha visto agrediendo a una mujer en un video, varias personas han emitido órdenes de restricción contra el actor y recientemente fue acusado de robar botellas de alcohol de una casa. Son demasiadas cosas como para que el estudio detrás de esta película que apunta a ser taquillera no considere tomar acciones.
La pregunta es, ¿qué acciones pueden tomar? Contratar a otro actor para grabar las escenas de Miller es una idea muy complicada, aunque en teoría no es imposible. Y es que no hablamos de un personaje secundario en la película, sino del protagonista que seguramente estará en la enorme mayoría de escenas del film, ya sea solo o rodeado de actores. Coordinar grabar todas estas escenas de nuevo es una tarea enorme y extremadamente costosa.
Pero Warner Bros planea hacer algo, según un reportaje de The Hollywood Reporter citando fuentes cercanas al estudio. La compañía está considerando tres opciones, una más radical que las otras dos.
-El primer escenario es que, aparentemente, Miller está acompañado de su madre desde hace algunos días y va a buscar ayuda profesional. Si esto es así, y Miller ofrece una explicación y disculpa pública, Warner Bros estrenaría la película y permitiría que Miller participara en la rueda de prensa y promoción de la película de manera limitada.
-El segundo escenario es si Miller no busca ayuda profesional, Warner aún así podría estrenar el film pero Miller no formaría parte de la publicidad y el marketing promocional. Además, el estudio buscaría a un nuevo actor para interpretar a Flash en otros proyectos.
-El tercer escenario es el más radical: si la controversia con Miller y sus actos continúan empeorando, Warner Bros cancelaría el estreno de la película, ya que no es posible grabar de nuevo todas las escenas de Miller, dado que el actor interpreta no a uno sino a múltiples personajes y en casi todas las escenas.
-Este último escenario explica el por qué no es posible hacer un “recast” del actor y reemplazarlo con otro. Hasta ahora, The Flash ha tenido un presupuesto de unos 200 millones de dólares, la idea de rehacer por completo la película lo podría duplicar, o incluso sería un gasto aún mayor. La única opción, en ese caso, es matar el proyecto.
Y aunque la idea de perder 200 millones de dólares suena extremadamente drástica y casi increíble, Warner Bros recientemente ha vivido una ola de cancelaciones de proyectos relacionados a sus franquicias (y a HBO Max), incluyendo cancelar el estreno de la película de Batgirl, cuyo rodaje ya estaba finalizado y se encontraba en postproducción, tras haber gastado unos 90 millones de dólares. Warner Bros prefirió cancelar el film a estrenarlo debido a que, según declaraciones de la compañía, no contaba con la calidad que esperaban y podría hacer más daño a la licencia de DC y su futuro.
Solo con el tiempo sabremos qué sucederá con The Flash. Con suerte, podremos ver la película y el regreso de Keaton, además de una trama que podría suponer un paso importante para el universo de películas de DC. The Flash se estrenará en junio de 2023, si todo sale bien.