El volcán Lewotobi Laki Laki, en la isla de Flores, Indonesia, ha vuelto a entrar en actividad con una erupción aún más intensa que la ocurrida tres días atrás, la cual dejó un saldo de nueve muertos y decenas de heridos.
Este jueves, el volcán, de 1,584 metros de altura, expulsó columnas de ceniza que alcanzaron hasta 8,000 metros, lo que ha obligado a las autoridades a emitir nuevas alertas para la población local.
Según el Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos de Indonesia, el Lewotobi Laki Laki tuvo 11 explosiones de ceniza en un solo día, siendo la última y más fuerte la que alcanzó los 26,240 pies. Afortunadamente, hasta el momento, no se han reportado víctimas en esta nueva fase de actividad.
La situación ha agravado la crisis en la isla, que aún no se recupera de la devastadora erupción del lunes, que dejó a más de 10,000 personas afectadas, destruyendo viviendas, escuelas y un convento.
Actualmente, alrededor de 4,400 personas permanecen en albergues de emergencia mientras las autoridades monitorean de cerca la actividad volcánica y evalúan la seguridad en la zona.