Violencia estalla frente al Congreso de Argentina: piedras, bombas molotov y vehículos incendiados

Los alrededores del Congreso de la Nación se convirtieron en un campo de batalla este miércoles 12 de junio, cuando manifestantes y fuerzas de seguridad comenzaron a chocar minutos antes de las 16 horas. Diversas organizaciones sociales, piqueteras, de izquierda, peronistas, de derechos humanos, asambleas barriales y sindicatos se manifestaron en rechazo a la Ley Bases, que se debate en el Senado, con el objetivo de presionar a los parlamentarios para que rechacen la iniciativa del Poder Ejecutivo.

Los enfrentamientos más intensos tuvieron lugar frente al histórico edificio, sobre la Plaza de los Dos Congresos. Durante más de una hora, las esquinas de Callao y Rivadavia, y Entre Ríos e Yrigoyen, se convirtieron en verdaderos polvorines, con al menos dos automóviles incendiados, gases y proyectiles volando sostenidamente. La policía disparó balas de goma, gas pimienta y utilizó camiones hidrantes para dispersar a los activistas que atacaban el vallado.

El operativo estuvo sostenido por la Policía Federal, Gendarmería Nacional, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y 600 efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras tanto, decenas de militantes de partidos de izquierda arrojaban piedras, palos, botellas y bombas molotov. Uno de los automóviles incendiados pertenecía a Cadena 3, medio de comunicación de la provincia de Córdoba que había llegado a la Ciudad de Buenos Aires para cubrir la sesión en el Senado. El otro, dado vuelta en plena calle Sáenz Peña, fue atacado frente a los móviles de canales de televisión por activistas, algunos con el rostro descubierto.

Cerca de las 17 horas, el reporte de las fuerzas de seguridad informaba sobre cinco detenidos en el marco de los incidentes. Las imágenes reflejaban una lucha cuerpo a cuerpo entre la policía y los manifestantes, en la que volaron proyectiles de todo tipo. El aire en la zona se tornó irrespirable debido a los gases que utilizó la policía para disuadir las agresiones de los activistas, cuyo objetivo es interrumpir la sesión en la que se discute la Ley Bases.

El comienzo de los incidentes

El primer pico de tensión se vivió pasadas las 13.30. En un primer intento infructuoso por despejar la intersección de Callao y Rivadavia, una fila de uniformados avanzó unos metros y, a fuerza de gases lacrimógenos, logró desplazar al grueso de manifestantes por tan solo unos minutos. La policía ganó terreno, plantó una hilera de contención, pero los manifestantes volvieron a poblar la esquina. Volaron botellas, los insultos se amplificaron y hubo algunas personas tendidas en el piso producto de los efectos del gas. Las más comprometidas recibieron el auxilio de un grupo de trabajadores y estudiantes de la salud ligado al Partido de los Trabajadores Socialistas que buscaba neutralizar los efectos del gas aplicándoles leche a los heridos.

La escalada se aplacó, pero tanto la avenida Rivadavia, como Entre Ríos y Callao (su continuación) siguieron bloqueadas al tránsito. En medio de la tensión, se lo vio al diputado de Unión por la Patria Germán Martínez tratando de aquietar las aguas. Entre los que sufrieron los efectos del gas pimienta estuvieron sus compañeros de bloque Carlos CastagnetoEduardo Valdés y Leopoldo Moreau.

Finalmente, a ritmo sostenido, dos líneas de uniformados avanzaron sobre Callao desplazando a la totalidad de los manifestantes hasta Bartolomé Mitre. La escalada de tensión se estancó nuevamente, pero el clima en los alrededores del Congreso quedó enrarecido.

Los manifestantes habían empezado a llegar cerca de las 9. Los esperaba un muy fuerte operativo de seguridad, que incluye a la Policía Federal y la Gendarmería, para custodiar el edificio del Congreso y sus alrededores. Este miércoles, en una muy reñida y ajustada votación, podría definirse la suerte de la Ley Bases.

Con focos de concentración que se fueron nutriendo con el correr de la mañana, esta muy amplia muestra de organizaciones y figuras opositoras se distribuye por la Plaza de los Dos Congresos, a lo largo de casi dos cuadras.

Camioneros -que aporta un gran número de manifestantes-, Suteba, la Asociación de Personal Legislativo (APL), la Central de Trabajadores Autónomas y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) son algunos de los muchos sindicatos que plantaron sus banderas de protesta a metros de un Congreso cercado por vallas que fueron colocadas ayer por la noche. Es que el protocolo de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se activó desde temprano. Tanto como las primeras expresiones de rechazo: por la madrugada, con Gabriel Katopodis a la cabeza, dirigentes de Unión por la Patria emprendieron una vigilia bajo la consigna “frenemos la ley”.

“Pacíficamente, hay laburantes, compañeros, militantes, que vienen a expresar con mucha tranquilidad que no es esta la ley que necesita la Argentina”, dijo a LA NACION Katopodis, ministro de Obras Públicas de Axel Kicillof y jefe político del municipio San Martín. “Desde muy temprano militarizaron el Congreso”, añadió.

También estuvo presente el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, y el exministro de Desarrollo Social Juan Zabaleta. “No estoy de acuerdo con la mayoría de las cosas que propone este proyecto de Ley. No soluciona los problemas de la gente que está en los barrios, los sectores medios, los comerciantes, las pymes, ni ninguno de los problemas estructurales que tenemos en nuestro país”, indicó Gray.

Fuente: El observador.