En un contexto de creciente tensión en el Caribe, Venezuela ha realizado un despliegue militar de misiles, incluso en la Base Aérea de La Carlota, en Caracas. El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, informó que los ejercicios se centran en la hipótesis de una posible agresión militar de Estados Unidos, que mantiene presencia naval en la región, lo que Caracas percibe como una amenaza y un intento de provocar un cambio de gobierno.
Durante una transmisión en Venezolana de Televisión (VTV), Padrino López afirmó que su intención no es generar alarma, sino “dar realismo a la situación” y subrayó la necesidad de prepararse ante la “irracionalidad del imperialismo estadounidense”. Según el funcionario, Washington estaría intentando “forzar un cambio de régimen” mediante desinformación y el despliegue de buques y aviones en el Caribe, aunque Estados Unidos justifica su presencia como parte de operaciones contra el narcotráfico.
En el marco de estas tensiones, Venezuela activó el “Plan Independencia 200” en los estados Carabobo y La Guaira, regiones situadas frente al mar Caribe, incluyendo el área del principal aeropuerto internacional, Simón Bolívar. Padrino López afirmó que los ejercicios buscan mantener a la Fuerza Armada preparada y siempre un paso adelante ante cualquier amenaza.
Recientemente, medios estadounidenses informaron que el presidente Donald Trump habría suspendido esfuerzos diplomáticos con Caracas, instruyendo a su enviado especial Richard Grenell a detener acercamientos. No obstante, el presidente Nicolás Maduro negó que estas gestiones se hayan cancelado oficialmente.
El despliegue militar estadounidense en la región incluye ocho buques de guerra y un submarino nuclear, argumentando operaciones contra el narcotráfico, mientras que Venezuela lo interpreta como un intento de intervenir en sus asuntos internos.