El organismo cultural de la ONU, la UNESCO, descubrió cinco bombas ocultas en los muros de la histórica mezquita de al-Nouri en Mosul, Irak. Estos dispositivos, vestigios del dominio del Estado Islámico, fueron hallados en una sección reconstruida del muro sur de la Sala de Oración. Las autoridades iraquíes fueron notificadas y actualmente tienen la situación bajo control. Una de las bombas ya ha sido desactivada, mientras que las otras cuatro, que están interconectadas, serán retiradas en los próximos días.
La mezquita, famosa por su minarete inclinado del siglo XII, fue destruida por el Estado Islámico en 2017. Desde 2020, la UNESCO ha estado trabajando en su restauración. Debido a la reciente amenaza, las autoridades han solicitado la suspensión de todas las operaciones de reconstrucción y la evacuación del complejo hasta que los dispositivos sean eliminados.
El descubrimiento subraya los desafíos continuos en la eliminación de explosivos en Mosul y la revitalización de sus áreas devastadas. A pesar de los avances, gran parte de la ciudad antigua de Mosul sigue en ruinas y llena de minas. La UNESCO tiene como objetivo completar la reconstrucción de la mezquita de al-Nouri en diciembre, borrando el estigma de la ocupación del Estado Islámico.
Hace una década, el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró un califato desde esta mezquita, que luego fue destruida durante la batalla para liberar Mosul en 2017. Aunque el Estado Islámico ya no controla territorio y ha perdido a sus líderes más prominentes, el descubrimiento de estas bombas refleja la complejidad de la reconstrucción y la eliminación de minas en la ciudad.
La UNESCO sigue comprometida con la recuperación de Mosul y la eliminación de minas en colaboración con Naciones Unidas y otros esfuerzos internacionales.