Las expectativas tras los resultados obtenidos con un pequeño ensayo de fármacos en Estados Unidos no pueden ser más altas. El prometedor avance mostró que el cáncer de todos los pacientes tratados en el experimento entró en remisión con éxito.
Tal y como cuentan los investigadores, la nueva terapia contra el cáncer que se dirige a un “escudo” que protege a los tumores del sistema inmunitario ha sorprendido al hacer que todos los participantes del ensayo entren en remisión completa, la primera vez que se ha encontrado tal éxito. La terapia evitó que los participantes con cáncer de recto avanzado necesitaran quimioterapia, radioterapia o cirugía para extirpar grandes partes de su colon, cambiando, y posiblemente salvando, sus vidas.
Según explicaba el Dr. Díaz, autor del estudio, en el New York Times:
«Creo que esta es la primera vez que esto sucede en la historia del cáncer. Es inaudito que un solo medicamento provoque que 18 pacientes diferentes entren en remisión».
En cuanto a la clave, el fármaco en cuestión es un anticuerpo monoclonal anti-PD-1 llamado dostarlimab. PD-1 es una proteína que forma un complejo con PD-L1 que se expresa en el exterior de las células tumorales. Actúa como un “escudo” del sistema inmunitario, diciéndoles a las células inmunitarias que no deben atacar el tumor y permitiéndole crecer sin control. Puede parecer una proteína totalmente inútil, pero evita que las células T ataquen a otras células que no deberían. Las células cancerosas pueden cooptar la PD-1 para usos nefastos, lo que les permite pasar desapercibidas para el sistema inmunitario.
Cuentan los expertos que al descubrir esta vía, se han teorizado inmunoterapias que inhiben PD-1, lo que desbloquearía el potencial de las células T para reconocer y destruir células cancerosas.
Así fue como comenzó el pequeño ensayo de fase 2, con un grupo de 16 pacientes con cáncer colorrectal deficiente en la reparación de errores de emparejamiento para tomar un curso de seis meses que incluía nueve ciclos de dostarlimab. De los 16, 12 habían completado el curso, mientras que cuatro aún estaban en tratamiento.
¿Resultados? Los 12 participantes que habían completado el curso mostraron una respuesta clínica completa del 100 por ciento (el cáncer ya no era detectable mediante una serie de pruebas). Después de una cita de seguimiento de 12 meses, los 12 pacientes no tuvieron recurrencia de la enfermedad y los 16 pacientes aún estaban vivos. Además, no se informaron efectos adversos graves, aunque 12 pacientes experimentaron un evento adverso de algún grado, más comúnmente una erupción o fatiga.
Unos resultados que no pueden ser más alentadores y que ahora serán el punto de partida para ensayos de mayor escala con los que pronosticar que, ahora sí, estamos ante un avance enorme en la lucha contra el cáncer.