Cuando se trata de hacer propuestas innovadoras de diseño, los autos eléctricos definitivamente son la mejor plataforma para elegir el punto de partida. Y aunque al final del camino muchas veces se lleguen a proyectos bastante similares, siempre hay lugar para inventar algo diferente. El Canoo Lifetyle EV Van es uno de ellos.
Desde lo conceptual, podría decirse que el auto eléctrico permite explotar de forma más eficiente el espacio interior como ninguna otra opción, ya que no tiene un grupo motor-transmisión-dirección que debe estar conectado en un bloque como los autos con motores térmicos.
En un vehículo de los llamados convencionales, el motor, el sistema de escapes, el de dirección, la caja de cambios, la transmisión de la propulsión a las ruedas y el depósito de combustible, ocupan un volumen que aunque se lo quiera reducir, no se puede eliminar.
Se pueden achicar los motores y colocarlos en posición transversal para que ocupen menos espacio, como ocurre con la tendencia del “donwsizing”; se puede cambiar la disposición de algunas partes como en los casos de autos con motor delantero pero tracción trasera, o aquellos en los que el accionamiento de la caja de velocidades y de la dirección, quedan separados cuando el motor está ubicado en posición central o trasera. Pero indefectiblemente, ninguna de estas partes puede quedar afuera del diseño de un auto convencional.
El auto eléctrico, en cambio, reemplaza el tanque de combustible que generalmente está bajo el asiento trasero y en su lugar coloca la batería que se extiende a lo largo de todo el piso, permitiendo además que, al no existir el túnel del caño de escape o el cárdan, la superficie sea completamente lisa para las piernas de los pasajeros de las plazas posteriores.
El motor eléctrico es cada vez más compacto, y a medida que se desarrollen los motores de flujo axial que son más pequeños aún, se podrá generalizar algo que hoy todavía se ve solo en autos de avanzada como es colocar un motor en cada rueda. De este modo, el espacio que ocupen incluso cuatro propulsores, será mínimo en comparación con el motor de combustión interna actual.
Finalmente, al no existir la caja de velocidades y gracias a poder desarrollar un sistema de dirección por cable, no se ocupa tampoco el espacio entre los asientos delanteros y delante del conductor. Esto permite entonces que puedan desaparecer los grandes tableros y consolas de los habitáculos.
Todo eso junto, expresado como libertades a partir de las cuales se puede crear un vehículo, llevan a los proyectistas a converger en una forma muy simple como es la de un monovolumen o una Van, donde se consigue un aprovechamiento de cada centímetro disponible casi óptimo.
Sin ir muy lejos, Volkswagen ha resucitado la clásica Kombi gracias a la electricidad, lanzando el año pasado a la venta la ID.Buzz, donde esos espacios se aprovechan tanto para confort de pasajeros como para carga, y el éxito que está teniendo en ventas, demuestra que es un camino acertado.
La compañía norteamericana Canoo, que tiene su sede en California, también ha tomado ese camino, y si bien presentó su concepto de Van, llamado Lifestyle hace ya dos años, tenía como fecha de inicio de la producción este año 2023. Siempre ocurre que, entre la primera aparición pública de un vehículo conceptual y el comienzo de fabricación, hay un “período de sombras” en el que se busca financiación mientras se desarrollan prototipos y se empieza el proceso de validación con pruebas físicas.
Así transcurrieron estos dos años, hasta que recientemente se pudo comenzar a probar el vehículo en Estados Unidos, lo que permitió comprobar mucho más allá de los renders de computadora, cuáles son sus principales características.
Lo más llamativo es la forma, no solo porque es un monovolumen, sino porque tiene reminiscencias de las viejas casas rodantes plateadas Streamline, como la que subastó para caridad el actor Tom Hanks en julio de 2021, que quedaron en la historia por su particular perfil redondeado.
Pero el Canoo Lifestyle EV Van tiene algo más llamativo aún, y es que en centro de su frente, donde en cualquier auto se podría ver una parrilla con el emblema de la marca y su correspondiente paragolpes, aquí lo que se ve son los pies del conductor, nada menos.
Los diseñadores han encontrado que gracias a la dirección por cable, no hay columna de dirección, entonces, el mejor modo de usar ese espacio desocupado delante de los pies es con un parabrisas inferior, que complementa la vista hacia adelante natural de cualquier automóvil.
No está completamente abierto, porque en esa zona está también el compartimiento del motor eléctrico que ocupa parte del espacio, pero de todos modos la solución es ingeniosa, y aporta una cuota extra de seguridad, ya que se ve perfectamente la superficie que pisarán las ruedas.
Al no existir el tablero, solo hay una barra transversal que tiene algunos comandos de infoentretenimiento y nada más. La pantalla clásica de todos los autos está colocada sobre el lateral izquierdo del conductor, y las salidas de aire del sistema de climatización están en el techo, justo delante de la cabeza de los ocupantes, como ocurre en aviones o ómnibus de larga distancia.
En las plazas traseras, la disposición es también modular con asientos en todo el perímetro salvo en los laterales, pero de ambos portones a los lados también hay otros asientos que se pueden orientar en el sentido de circulación del vehículo, permitiendo hasta nueve pasajeros además de los dos de adelante.
A la compañía no le resultó fácil atravesar el período de desarrollo, y tras unas pérdidas considerables en el primer semestre de 2022, que pusieron en duda que pudiera concretarse el proyecto en los plazos establecidos, una serie de contratos con empresas de servicios, el Ejército de Estados Unidos y la propia NASA, parecen haber equilibrado las cuentas. El precio originalmente publicado comenzaba en los 37.000 dólares y llegaba hasta los 48.000 dólares en las versiones más equipadas de su vehículo multipropósito.