“La información es la moneda más valiosa que ha creado jamás la especie humana”. Con esta interesante frase comienza su discurso Chris Scott, Fundador y CEO de Lonestar. Scott y sus colegas tienen un ambicioso plan: guardar toda la información creada por el ser humano en centros de datos ubicados en la Luna.
De hecho, el plan no es algo teórico precisamente. El pasado mes de diciembre de 2021, Lonestar y sus socios en temas espaciales, Intuitive Machines y el fabricante de servidores Skycorp, pusieron un servidor de datos con éxito en la Estación Espacial Internacional. Ahora, en colaboración también con Canonical y Redwire, Lonestar pretende poner los primeros servidores experimentales sobre la superficie lunar. La misión se llama IM-1 (IM de Intuitive Machines, la compañía que fabrica los propulsores y el módulo de aterrizaje que albergará los servidores). El lugar pensado para alojarlos será Marius Hills, una serie de pequeños cráteres formados por antiguas formaciones de lava en la vasta región conocida como Oceanus Procellarum.
La misión IM-1 iba a despegar a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX en 2021, pero la compañía de Elon retrasó el lanzamiento a 2022 por los requisitos técnicos específicos del lander de Intuitive Machines. Otros imprevistos han pospuesto el lanzamiento a finales de este año, pero las compañías participantes tienen los fondos asegurados para el proyecto y también han obtenido las licencias pertinentes de la FCC para obtener el suficiente ancho de banda en el espacio. Es solo cuestión de superar los retos técnicos. La idea es probar el software en la misión IM-1, y comenzar a probar las capacidades de carga y descarga en la IM-2
Si las primeras pruebas salen bien, Lonestar tiene previsto ofrecer almacenamiento de datos en la Luna, por extraño que esto parezca. “Dependemos de la información para todo lo que hacemos”, explica Chris Scott. “Es un activo demasiado valioso como para almacenarlo en nustroi cada vez más frágil biosfera. La Luna es el lugar ideal para almacenar toda la información crítica de cara al futuro.”
No me queda claro de qué puede servirnos tener la información a salvo si nuestra biosfera, que es la que nos da soporte vital en el espacio, se va al carajo, pero todo lo que sea preservar datos y carrera espacial me parece bien. Además disponer de servidores en la Luna podría agilizar mucho las comunicaciones con futuras misiones espaciales. De momento tendrán que hacer frente a no pocos retos técnicos, el primero es una superficie donde la temperatura oscila entre los 106 y los -183 grados Celsius y la radiación cósmica bombardea todo sin que haya atmósfera protectora. Esa es la razón por la que pretenden explorar la idea de alojar los servidores en túneles formados por antiguas erupciones volcánicas. [Lonestar vía IFL Science]