En medio de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Lisboa, Portugal, más de 500 jóvenes ucranianos participan en el evento a pesar de la difícil situación de guerra que atraviesa su país. Los jóvenes, vestidos con la tradicional camisa bordada, tratan de olvidar temporalmente la guerra mientras disfrutan de los encuentros festivos, culturales y espirituales de la JMJ.
La guerra en Ucrania, que comenzó con la invasión de tropas rusas en febrero de 2022, ha dejado una profunda huella en la vida cotidiana de los jóvenes ucranianos. En Lisboa, experimentan la libertad y la normalidad que contrasta con el toque de queda y los bombardeos cotidianos en su país.
A pesar de los desafíos y dificultades que enfrentaron durante su viaje, los jóvenes ucranianos están agradecidos por la oportunidad de participar en la JMJ. Se sienten emocionados y conmovidos por el apoyo que reciben de otros peregrinos de todo el mundo y por las muestras de solidaridad y oraciones por su país.
Un grupo de jóvenes ucranianos se reunió en privado con el papa Francisco, quien escuchó sus historias y compartió un momento emotivo con ellos. Sin embargo, el intento de organizar un encuentro entre los jóvenes ucranianos y los pocos rusos presentes en la JMJ no se llevó a cabo debido a las dificultades emocionales y políticas que podrían surgir de tal reunión.
La mayoría del grupo ucraniano está compuesto por mujeres, ya que la ley prohíbe a los hombres salir del territorio para cumplir su servicio militar. A pesar de la tristeza y las dificultades, los jóvenes ucranianos tienen la misión de transmitir alegría, esperanza y apoyo a su país y esperan poder compartir la experiencia con otros jóvenes ucranianos en futuras Jornadas Mundiales de la Juventud.