Un verano ‘mermaidcore’ o por qué la estética de la sirena está en todas partes

Salir del mar como Ursula Andress Halle Berry sigue siendo una conquista imposible. Sobre todo si hay que lidiar con un biquini blanco o con un enfurecido oceáno. En el caso del Mar Mediterráneo, basta con sortear a aquellos que han plantado su sombrilla y su tumbona en una zona prohibitiva.

Con cola de pez y torso humano, las sirenas son un ser mitológico de melodiosa voz capaz de atraer, y atrapar, a los marineros que se atrevían a navegar los peligrosos mares que éstas habitan. De una belleza suprema, su estética siempre ha sido envidiada, copiada, reproducida y llevada a la literatura, el cine o el arte. En Peter Pan, en Piratas del Caribe, en 1,2,3… Splash o en Aquamarina.

Para los que de pequeños pedían tener el modelo sirena de Barbie, un trozo de plástico con melena de color rosa, azul o lila y una larga cola con escamas verdosas, este es vuestro verano. Las ninfas marinas son protagonistas absolutas de la cultura mainstream, del pop y de los grandes blockbusters del año.

El live-action de La SirenitaDua Lipa haciendo de sirena en Barbie, la película de Greta Gerwig sobre la muñeca de Mattel que se estrena el próximo 20 de julio en las salas de cine españolas y artistas como Ana Mena o Shakira poniéndose la cola -sin lunares- en los videoclips de sus últimos sencillos, Acquamarina Copa Vacía, respectivamente.

No sólo el gremio audiovisual y musical han quedado prendados de las escamas y el pelo ondulado. La moda también ha apostado por la estética marina, los plateados espumosos y el brillo facial metalizado. No en vano, la portada de la revista Vogue España del mes de julio la protagonizan las neréidas en un editorial de la fotógrafa Elizaveta Porodina protagonizado por la modelo Grace Elizabeth.

La portada de julio de la revista Vogue España

El verano de 2023 apunta a convertirse en el año de las sirenas. No en su expresión literal -no van a aparecer en cualquier playa del Mar Menor-, pero sí en su estética puramente metafórica. Vestidos de red, colores pastel, ‘efecto mojado’ en el pelo y una obsesión por lucir una estética plenamente etérea.

La cultura pop tiene escamas

Tres divas de la música se han convertido en este ser mitológico para sus últimos proyectos. La primera en hacerlo fue Dua Lipa. La main pop girl por excelencia anunció, no sólo que participaría en la película de Barbie, sino que en ella se convertiría en la muñeca predilecta -y más vendida en los Carrefour y Toys “R” Us-: la sirena.

En un nuevo tráiler de una de las cintas más esperadas del año se pudo apreciar a la cantante de Levitating interpretando a todas las neréidas: la rosa, la lila y quién sabe si también la azul. Habrá que esperar a su estreno para comprobarlo.

Este es el año de las sirenas… y también el de Shakira, por eso la colombiana ha decidido abrazar esta estética para el videoclip de su último tema, Copa Vacía, junto a Manuel Turizo. Otro cántico con dardos a su ex, Gerard Piqué, en el que la artista de Barranquilla se enfunda en una larga cola turquesa y una melena rosa.

A todo lo anterior también hay que sumarle el estreno del live-action de la primera y auténtica criatura mitológica mainstreamLa Sirenita. Protagonizada por Halle Bailey, y con la presencia española de Javier Bardem en el rol del Rey Tritón, la versión humana -y de efectos especiales- de Ariel ha servido como aperitivo para el renacimiento de su figura.