La prueba, que se hace a partir de un análisis de sangre, detecta los ovillos de la proteína beta amiloide, que se asocia con esta enfermedad neurodegenerativa
A pesar de que la enfermedad de Alzheimer está presente décadas antes de que aparezcan los primeros síntomas, la gran mayoría de los pacientes reciben su diagnóstico después de mostrar las primeras señales, como la pérdida de memoria. El problema es que los tratamientos, en esa fase, solo retrasan la progresión de los síntomas.
Se sabe que en la enfermedad de Alzheimer se produce, entre otras razones, porque las proteínas beta amiloides se pliegan mal y se agrupan, formando pequeños agregados llamados oligómeros. Con el tiempo, a través de un proceso que los científicos aún están tratando de entender, se cree que esos oligómeros ‘tóxicos’ de beta amiloide producen alzhéimer.about:blank
Desde hace años los investigadores tratan de identificar la enfermedad mucho antes de que se produzcan los síntomas y parece que un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Washington (EE.UU.) y la empresa de biotecnología AltPep Corporation ha dado un paso muy importante para la detección precoz del alzhéimer.
Tal y como se explica en un estudio publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciencies (PNAS), los científicos han diseñado un test de laboratorio que puede medir los niveles de oligómeros de beta amiloide en muestras de sangre.
La prueba, conocida por el acrónimo SOBA (soluble oligomer binding assay), podría detectar oligómeros en la sangre de pacientes con enfermedad de Alzheimer, pero no en la mayoría de los participantes del estudio, grupo de control, que no tenían síntomas de deterioro cognitivo en el momento en que se obtuvieron las muestras de sangre.
Pero el test SOBA sí fue capaz de detectar oligómeros en la sangre de 11 individuos del grupo de control. Diez de estos individuos fueron diagnosticados años más tarde con deterioro cognitivo leve o patología cerebral compatible con la enfermedad de Alzheimer. Es decir, para estos 10 individuos, SOBA había detectado los oligómeros tóxicos antes de que surgieran los síntomas.
Desde hace años se busca un test diagnóstico fiable para la enfermedad de Alzheimer que pueda detectar signos de la enfermedad antes de que ocurra el deterioro cognitivo. «Lo que mostramos aquí es que SOBA puede ser la base de tal prueba», señala la autora principal, Valerie Daggett .
SOBA explota una propiedad única de los oligómeros tóxicos. Cuando las proteínas beta amiloides mal plegadas comienzan a agruparse en oligómeros, forman una estructura conocida como hoja alfa. Las hojas alfa no existen en situaciones normales y las investigaciones anteriores del equipo de Daggett mostraron que las hojas alfa tienden a unirse a otras hojas alfa.
El test contiene una lámina alfa sintética diseñada por este equipo que puede unirse a oligómeros en muestras de líquido cefalorraquídeo o sangre. La prueba utiliza métodos estándar para confirmar que los oligómeros adheridos a la superficie de prueba están formados por proteínas beta amiloides.
El test detectó oligómeros en la sangre de personas con deterioro cognitivo leve y alzhéimer de moderado a grave
El equipo probó su prueba en muestras de sangre de 310 personas donadas años antes. En el momento en que se tomaron las muestras de sangre, los voluntarios no presentaban signos de deterioro cognitivo, deterioro cognitivo leve, enfermedad de Alzheimer u otra forma de demencia.
SOBA detectó oligómeros en la sangre de personas con deterioro cognitivo leve y alzhéimer de moderado a grave. En 53 casos, el diagnóstico de alzhéimer de investigación se verificó mediante autopsia después del fallecimiento, y las muestras de sangre de 52 de ellos, que se habían tomado años antes de su muerte, contenían oligómeros tóxicos.
Pero además, el test descubrió oligómeros en aquellos miembros del grupo de control que, según los registros médicos disponibles, desarrollaron posteriormente deterioro cognitivo leve. Las muestras de sangre de otros individuos del grupo de control que permanecieron intactos carecían de oligómeros tóxicos.
Los investigadores asegura que la prueba se puede modificar para detectar oligómeros tóxicos de otro tipo de proteína asociada con la enfermedad de Parkinson y la demencia con cuerpos de Lewy.
La prueba podría ayudar a identificar a las personas en riesgo de desarrollar la enfermedad
«Estamos descubriendo que muchas enfermedades humanas están asociadas con la acumulación de oligómeros tóxicos que forman estas estructuras de hoja alfa; no solo el Alzheimer, sino también el Parkinson, la diabetes tipo, etc. -afirma Daggett-. Esperamos que este método pueda ayudar a diagnosticar y estudiar muchas otras enfermedades causadas por un mal plegamiento de proteínas».
«La investigación destaca el potencial único y amplio de la plataforma de AltPep para abordar múltiples enfermedades amiloideas», asegura Chad Robins, miembro de la junta de AltPep y cofundador y director ejecutivo de Adaptive Biotechnologies.
«Creemos que SOBA podría ayudar a identificar a las personas en riesgo de desarrollar la enfermedad, además de servir para monitorizar la eficacia terapéutica para ayudar en el desarrollo de tratamientos para el alzhéimer», añade Daggett. FUENTE ABC SALUD